Opinión

Carta abierta de Rafael Llamas, alcalde de Montilla

  • El regidor destaca la "valentía" del municipio y apela a "seguir unidos" para "ganar la batalla" a los problemas económicos, sociales y sanitarios provocados por el covid-19

Representación del Prendimiento, en la plaza de la Rosa de Montilla.

Representación del Prendimiento, en la plaza de la Rosa de Montilla. / Alicia Fernández

Nadie podía imaginar hace unos meses, cuando celebrábamos la llegada del nuevo año dándole la bienvenida, que la Semana Santa de este 2020 sería así. Esta crisis sanitaria, que ha impuesto el confinamiento de la ciudadanía en sus lugares de residencia y ha forzado la práctica paralización de la economía, nos está golpeando de manera salvaje.

En esta Semana Santa, las calles en Montilla tendrían que estar abarrotadas de gente, los desfiles procesionales de nuestras hermandades recorriendo sus itinerarios, los establecimientos de hostelería a rebosar de personas disfrutando de una de las fechas donde la tradición y el reencuentro forman parte de nuestra identidad, los comercios abiertos y recibiendo a turistas y visitantes… En esta Semana Santa, todo tendría que ser normal en Montilla, pero no lo es. En esta Semana Santa, nos ha tocado luchar juntos y sin fisuras para vencer al covid-19 y lo estamos haciendo de manera ejemplar.

Montilla ha demostrado que es una ciudad valiente, que no duda en aceptar cualquier sacrificio cuando tiene el convencimiento de que con ello superará la adversidad y se levantará más fuerte. Juntos hemos hecho frente a la epidemia y estamos ganando la batalla.

Y, cuando la batalla contra el virus esté ganada definitivamente, que será muy pronto, tendremos que seguir unidos para ganar la batalla a esa crisis económica que ya ha golpeado de manera brutal a nuestra economía y que tiene los rostros, nombres y apellidos en cada uno de los emprendedores y trabajadores autónomos de tantos comercios, bares, restaurantes, cafeterías, empresas de servicios, actividades agrícolas, empresas alimentarias e industrias de las que tan orgullosos nos hemos sentido como montillanos y que son los mantenedores y generadores básicos de empleo en nuestra ciudad.

Apoyar al tejido económico de nuestra ciudad, que tiene rostros, nombres y apellidos, es nuestro reto como montillanos y es nuestra obligación. Es la prioridad y es la urgencia.

Pronto superaremos estos momentos de dificultad a los que, juntos, estamos haciendo frente y pronto nos veremos trabajando juntos para volver, lo antes posible, a esa normalidad que todos deseamos. Porque, el próximo año, todo será normal en la Semana Santa de Montilla.

Ánimo y gracias.

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