Julio Lorca

Director de Desarrollo Salud Digital en DKV Salud

Más allá de lo real

Una aproximación al futuro, desde la realidad aumentada al metaverso. La aplicación de estas nuevas tecnologías en medicina comienza a tomar cuerpo

La compañía Facebook  pasa a llamarse Meta como abreviatura de Metaverso

La compañía Facebook pasa a llamarse Meta como abreviatura de Metaverso

Hace unos días, despertábamos con la sorprendente noticia del cambio de nombre de Facebook, que pasa a llamarse Meta como abreviatura de Metaverso. Pero ¿Qué es esto de metaverso, y que puede representar? El concepto se inspira en la novela de 1992, del autor de ciencia ficción Neal Stephenson, en la que así bautizaba a una especie de dimensión cibernética paralela. Narra la historia de un repartidor de pizza que complementariamente pasa una parte de su día en un mundo virtual, donde es un príncipe Samurai. Termina descubriendo que una especie de virus está provocando una alteración visual en la pantalla, que actúa sobre las personas generándoles un problema en el habla… Mas allá de sus connotaciones literarias, científicas o filosóficas, su mayor contribución fue la de concebir la idea del avatar, como un alter ego virtual, que cualquier persona mantiene en el referido ciberespacio.

Por tanto, la propuesta de Facebook en sí no es nada novedosa (muchos podemos recordar que hace años, una plataforma llamada Secondlife, parecía que iba a cambiar internet para siempre, pero no pasó de un gran juego en línea más) sino más bien una precipitación de sus planes de futuro, a modo de cortina de humo ante la necesidad de lavar la cara de la empresa, tras la denuncia de su extrabajadora Frances Haugen, quien le acusa de anteponer sus beneficios a los de los usuarios, especialmente a través de Instagram.

Un paso más avanzado que Secondlife es la apuesta realizada por Gaylor y Joudrey llamada VRChat; una plataforma que permite que tales avatares interactúen entre sí en mundos 3D, en los que sus homólogos reales se sumergen a través de gafas de realidad virtual (VR). Por tanto, esperaremos un tiempo a que los 10.000 ingenieros encargados de desarrollar la nueva propuesta de Mark Zuckerberg comiencen a dar forma para poder pronunciarnos sobre las consecuencias que esta nueva apuesta tendrá en el desarrollo de la salud digital.

Entretanto, las mayores novedades en la virtualización de la realidad en el campo de las ciencias de la vida, vendrán de la mano de otra forma de interfaz entre lo real y lo digital que se conoce como realidad aumentada (RA). Usando una gafas e incluso la pantalla y la cámara del móvil, podemos superponer imágenes artificiales, al tiempo que seguimos viendo los objetos reales ante nosotros, y usando sofisticados algoritmos de sincronización. En medicina, su aplicación comienza a tomar cuerpo, y promete transformar algunas áreas del desempeño clínico y de la formación en ciencias de la salud, como las que ya ofrece las gafas Hololens 2 de Microsoft. Superponer la visión de una imagen radiológica dinámica a tiempo real, sobre el campo quirúrgico en el que opera un cirujano, es ya una realidad. En junio de 2020, el servicio de neurocirugía de la Universidad Johns Hopkins, anunció la primera cirugía de realidad aumentada, como apoyo a la colocación de seis tornillos en la columna vertebral de una persona con fuertes dolores en el área lumbar y más tarde  para extirpar un tumor espinal. En otros casos como el que ofrece Holoanatomy, la RA tiene una finalidad especialmente educativa que cambiará la forma de enseñar la medicina.

No obstante, aún queda un largo recorrido. Las fallidas Google Glass, no están cumpliendo las altas expectativas creadas, sin que por el momento hayan conseguido un uso ciudadano masivo como prometían. Y eso que algunas propuestas basadas en ellas siguen despertando gran interés. Ese es el caso de AED4EU que a través de su app móvil nos muestra los desfibriladores más cercanos, en caso de necesidad. Sin embargo, donde nosotros vemos una gran promesa es en el campo de la telepresencia clínica, como la que podría ejercer un médico conectado desde su pantalla a las gafas que porta un paramédico o enfermero que se encuentre físicamente en el lugar de un accidente o ante un paciente al que atiende en la cama de su propia casa. La comunicación 5G entre ambos profesionales crearía un equipo binomial de alta capacidad resolutiva. Desde el DKV Innolab, vamos a comenzar a pilotar este tipo de experiencias.

En La Salud Que Viene, los profesionales que trabajen junto al enfermo, en caso de accidente o en cuidados en el hogar, irán dotados de gafas de realidad aumentada que le permitirán, por ejemplo, tomar fácilmente una vía para un gotero, al ver resaltados virtualmente los vasos sanguíneos del enfermo, al tiempo de ser auxiliados mediante telepresencia clínica, por un compañero especialista distante que verá lo mismo que esté viendo el enfermero, desde un centro de control desde el hospital.­­

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