El primer año de vida de la ley de la eutanasia en nuestro país, nos hace recordar los largos años de lucha social de enfermos, familiares y colectivos por el derecho a una muerte digna. Las mascarillas no podían ocultar aquel ya histórico 25 de junio, las sonrisas de unos maridos, esposas e hijos, que llegaron a reunir un millón de firmas para pedir a los diputados españoles que se regulara la ayuda a morir para que nadie se viera obligado a padecer lo que sufrieron sus familiares. España se convirtió así en en el cuarto de Europa —tras Holanda, Bélgica y Luxemburgo— y en el séptimo del mundo que permite poner fin a la vida con la intervención de un profesional de la salud en caso de enfermedad incurable, grave, crónica e invalidante. 

Desde la aprobación aún tuvieron que esperar meses para que entrara en vigor, y en algunas comunidades otros cuantos meses más hasta que se aprobaron los organismos encargados de autorizarlas. Tras su aprobación, María, de Valencia, Javier, de Madrid, Catherine (nombre ficticio), de Granada o Eskarne, de Vitoria, fueron los primeros residentes en España a los que se aplicó la eutanasia. ¿Cuántas más se han llevado a cabo desde entonces en nuestro país?

MUERTES ASISTIDAS EN ESPAÑA

El BOE referente a esta ley (BOE núm. 72, de 25 de marzo de 2021, páginas 34037 a 34049), expone: ''En nuestras doctrinas bioética y penalista existe hoy un amplio acuerdo en limitar el empleo del término «eutanasia» a aquella que se produce de manera activa y directa, de manera que las actuaciones por omisión que se designaban como eutanasia pasiva (no adopción de tratamientos tendentes a prolongar la vida y la interrupción de los ya instaurados conforme a la lex artis), o las que pudieran considerarse como eutanasia activa indirecta (utilización de fármacos o medios terapéuticos que alivian el sufrimiento físico o psíquico aunque aceleren la muerte del paciente –cuidados paliativos–) se han excluido del concepto bioético y jurídico-penal de eutanasia''.

Esto quiere decir que, según señalan desde la web del Ministerio de Sanidad, son dos las modalidades de prestación de ayuda a morir:

• La administración directa al paciente de una sustancia por parte de profesional sanitario competente.
• O, la prescripción o suministro por parte de profesional sanitario de una sustancia de manera que este se la pueda autoadministrar para causar su propia muerte.

Aclarada esta idea, se calcula que, según datos estimados, las comunidades autónomas han contado ya, al menos, 159 eutanasias practicadas en nuestro país. También se estima que unas 281 personas la habrían solicitado, según datos estimados facilitados por la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD). La información, todavía no es del todo concreta ya que aún continúan ultimando las cifras y toda la información. De hecho, se ha establecido hace bien poco desde el Ministerio de Sanidad la forma de notificar las cifras.

Según señalan desde Niuss Diario, ''al ministerio no le basta con la cifra total sino que necesita informes exhaustivos de motivos para la eutanasia, tipo de procedimiento, razones para las negativas, número de objeciones y un largo etcétera.''. 

Hasta la fecha se sabe que, las comunidades autónomas que más muertes asistidas han llevado a cabo son:  Un total de 33 vascos han solicitado la eutanasia a Osakidetza y a 21 de ellos ya se les ha practicado; mientras que un total de 137 personas han pedido la eutanasia en Cataluña, casi la mitad de solicitudes (60) ya han recibido la asistencia para una muerte digna. 

En Valencia, de 23 solicitudes, 13 de ellas se han practicado. En Madrid se han realizado 19, con 2.820 profesionales objetores. En Andalucía, de las 19 solicitadas, 11 se han practicado.  En Cantabria se han registrado 7 realizadas. El resto de comunidades autónomas no han practicado más de cinco.