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Relaciones de pareja
La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente que afecta a una de cada tres personas adultas. Se produce por el aumento, sostenido en el tiempo, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias.
Es una enfermedad que padecen más de 1000 millones de personas en todo el mundo colocándose como el principal factor de riesgo cardiovascular. ¿Quieres saber si te encuentras dentro de esa cantidad de personas? Fíjate si tienes dolor de cabeza, mareos o sangrado nasal con más frecuencia de lo normal y obsérvalos porque muchas veces "dan la cara" cuando la etapa es grave hasta el punto de poner en riesgo la propia vida.
Hay muchos factores por los que sube la presión arterial. Uno de ellos es tan solo con un gesto tan cotidiano como es la postura en la que duermes. Cuando te acuestas de lado, tu columna está más alineada que de espaldas o boca abajo. Además, se evita que todo el peso del cuerpo recaiga sobre la espalda y si te acuestas del lado izquierdo, mucho mejor porque ejerces presión sobre algunas vías sanguíneas importantes.
Según un estudio, se comprobó que en la mayoría de los casos ambos cónyuges de relaciones heterosexuales, que llevan un estilo de vida similar, tienen más posibilidades de ser hipertensos. Esta enfermedad tiene un componente genético, pero influye mucho el estilo de vida que se lleve, así que las personas que viven juntas, si tienen las mismas costumbres y no son muy saludables, lo más probable es que ambos terminen siendo hipertensos.
Lo que está casi claro es que no se contagia. Al menos no como si de un virus se tratase. Se contagia porque hacen las mismas cosas y tienen los mismos hábitos. ¿Cuidas la alimentación? Es una parte importante para prevenir la hipertensión ya que hay muchos alimentos y muchas comidas que contienen mucha sal, por lo que es recomendable leer las etiquetas de los productos que compras para evitar el consumo de sodio extra que le añaden a los productos ultraprocesados.
Por otra parte, si la pareja fuma y/o bebe, además de llevar una mala calidad de sueño o diferentes horarios de irse a la cama, sin control de siestas y sin un espacio acondicionado que propicie un descanso también suma a la hora de tener hipertensión. Son costumbres compartidas y si la mayoría son perjudiciales, lo más probables es que ambos lleguen a ser hipertensos.
A veces solo hace falta introducir pequeños cambios en tu vida para que tu salud mejore notablemente. ¿Qué puedes hacer para prevenir la hipertensión, en caso de que tu genética no tenga predisposición a ella?
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