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Comienzan las pruebas de la vacuna de la gripe aviar en humanos: ¿Podrían evitar una posible pandemia?

Comienzan las pruebas de la vacuna de la gripe aviar en humanos: ¿Podrían evitar una posible pandemia?

Comienzan las pruebas de la vacuna de la gripe aviar en humanos: ¿Podrían evitar una posible pandemia?

Si algo nos ha enseñado la pandemia de COVID-19 es a no menospreciar ningún tipo de virus y sus consecuencias. Así, el peligro más enfatizado es el riesgo que supone que el reservorio de estos virus sea un animal. Cuando un virus que normalmente afecta a animales muta y se transmite a los humanos, puede causar una enfermedad grave y, en algunos casos, mortal, como ha sucedido en el caso del coronavirus. La mutación del virus puede ser causada por diversos factores, como la variabilidad genética del virus y la selección natural, lo que permite al virus adaptarse al nuevo huésped humano. Así, en estos últimos años, se ha observado un aumento en las infecciones zoonóticas en las últimas décadas. Las infecciones zoonóticas son aquellas que se transmiten de animales a humanos y pueden ser causadas por virus, bacterias, hongos y parásitos. La mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes en humanos tienen origen zoonótico, y algunos ejemplos son el VIH/SIDA, el ébola, el SARS, el MERS y el COVID-19, varias de ellas reactivadas en los últimos años. Así, una de las que causa más preocupación es la conocida como gripe aviar, causadas por virus que, normalmente, no suelen afectar a los humanos pero que han reportado casos cada vez más comunes.

La gripe causada por los virus H7N9 del linaje asiático y los virus H5N1 del linaje asiático de la influenza altamente patógena, han sido responsables de la mayoría de los casos de humanos infectados por virus de la influenza aviar hasta la fecha a nivel mundial. Así, desde 1998 se ha demostrado que existe la posibilidad de que las personas se infecten directamente con virus de la gripe aviar sin que estos requieran adaptación en cerdos (como ocurrió con los brotes de las cepas gripales de tipo A H5N1 y H9N2). La aparición de cepas de la gripe antigénicamente nuevas que pueden infectar a los humanos, junto con ciertas condiciones ecológicas que favorecen el intercambio genético, lleva a los expertos a considerar que en un corto período de tiempo -aunque impredecible- surgirá un nuevo virus gripal para el cual no tendremos inmunidad y podría desatarse una pandemia que afectaría a la población mundial en cuestión de meses.

Por ello, en los últimos meses, la gripe aviar se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel mundial. Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la temporada de gripe aviar entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 en Europa fue la más grave y con mayor alcance geográfico jamás registrada.

Los factores que contribuyen a este aumento incluyen el crecimiento de la población humana, la expansión de la agricultura y la urbanización, la deforestación y la invasión de los hábitats de vida silvestre. El riesgo añadido es que, como hemos comprobado, estas enfermedades pueden tener un impacto significativo en la salud pública y la economía global, y a menudo son difíciles de controlar debido a la complejidad de los factores involucrados en su transmisión. Sin embargo, después de comprender la relevancia de crear vacunas ante cualquier eventualidad, tres empresas (GSK, Moderna y CSL Sequirus) han comunicado recientemente que están listas para realizar ensayos clínicos en humanos con sus vacunas contra la gripe aviar. ¿Cómo funcionan?, ¿podrían evitar una posible amenaza de pandemia?

¿Cómo funcionan?

Para tranquilidad de todos, un informe emitido por la OMS tras estos brotes, recordaba que existen vacunas contra la gripe aviar A (H5N1) para uso humano, pero el problema que plantean es que ''no están ampliamente disponibles''.  La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) otorgaba la autorización en 2014 a Pandemic Influenza Vaccine H5N1 Baxter AG, una vacuna inyectable que contiene virus de la gripe que han sido inactivados. La vacuna contenía una cepa de gripe denominada A/VietNam/1203/2004 (H5N1).

Sin embargo, en el momento de su aprobación, la vacuna Pandemic Influenza Vaccine H5N1 Baxter AG ha sido autorizada en ''circunstancias excepcionales'', lo que implica que, al ser un prototipo de vacuna que aún no contiene la cepa del virus de la gripe responsable de la pandemia, no se dispone de información completa sobre la vacuna final para enfrentar la pandemia.

Ahora, los ejecutivos de tres de estas compañías (GSK, Moderna y CSL Seqirus) han comentado que ya están ensayando en humanos una vacuna que concuerda con el tipo de virus circulante. Sanofi, por su parte, ha expresado que están listos para iniciar la producción de la vacuna frente a H5N1 que ya tienen en stock, por si fuera necesario.

Estas vacunas  para la gripe aviar en humanos funcionan de manera similar a las vacunas contra la gripe estacional. Estas vacunas contienen fragmentos inactivados o debilitados del virus de la gripe aviar, que se introducen en el cuerpo para que el sistema inmunológico los reconozca como invasores y produzca anticuerpos contra ellos.

Una vez que se han producido los anticuerpos, si la persona vacunada entra en contacto con el virus de la gripe aviar, su sistema inmunológico reconocerá el virus y producirá una respuesta inmunitaria más rápida y efectiva, lo que ayudará a prevenir la infección o reducir su gravedad.

Sin embargo, como hemos destacado, estas vacunas no proporcionan una protección completa contra todas las cepas del virus de la gripe aviar, ya que el virus puede mutar y surgir nuevas cepas. Por lo tanto, la efectividad de la vacuna depende de lo bien que coincida la cepa del virus en la vacuna con la cepa que está circulando en ese momento.

ENSAYOS PREVIOS

Varios han sido los ensayos experimentales que se han llevado a cabo para probar la eficacia de estas vacunas en humanos. Eso sí, cabe destacar que debido a que la gripe aviar en humanos es muy rara, las pruebas de vacunas en humanos se han limitado a pequeños estudios en personas que están en alto riesgo de exposición a la gripe aviar, como trabajadores de la salud que trabajan con aves infectadas. 

Por ejemplo, en estudio clínico financiado por los NIH reclutó a 700 adultos sanos para probar una vacuna experimental contra el H7N9. A todos los participantes se les administraron dos inyecciones de la vacuna con diferentes dosis, con una diferencia de tres semanas entre ellas. Algunas dosis de la vacuna fueron combinadas con un adyuvante, una sustancia que estimula la producción de anticuerpos.

Los resultados del estudio mostraron que aquellos que recibieron la vacuna con el adyuvante tuvieron una mejor respuesta de anticuerpos. Incluso con la dosis más alta de la vacuna sin adyuvante, la respuesta de anticuerpos fue débil. Los científicos también encontraron que una sola dosis de la vacuna con el adyuvante puede ser suficiente para proteger contra el virus, pero se necesitan más investigaciones para determinar la duración de la respuesta de anticuerpos.

El Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Contagiosas (NIAID), señaló en su día que "si bien este virus de la influenza en la actualidad no se transmite fácilmente de persona a persona, todos los nuevos virus de la influenza tienen el potencial de evolucionar y causar una enfermedad endémica o muertes". 

Asimismo, es importante tener en cuenta que la investigación y el desarrollo de una vacuna contra la gripe aviar para uso humano es un proceso muy riguroso que implica varias etapas de ensayos clínicos en humanos y que puede llevar varios años. Por lo tanto, es posible que las empresas estén en diferentes etapas del proceso de desarrollo de su vacuna y es probable que se requieran más pruebas y evaluaciones antes de que la vacuna esté disponible para su uso en humanos. Además, en el caso de que funcionaran y nos enfrentáramos a una amenaza real, estas vacunas quedarían disponibles a países con altos recursos, produciéndose una desigualdad en su reparto. 

Por ello, más allá de las vacunas y el desarrollo de tratamientos potenciales, es importante prevenir el riesgo de transmisión de virus de animales a humanos a través de medidas de prevención, como la vigilancia de enfermedades en animales, la promoción de prácticas de higiene y bioseguridad.

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