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La hematología apuesta por nuevas terapias personalizadas

  • Cambios en el abordaje de la leucemia linfocítica crónica y el mieloma múltiple

A mediados del mes de noviembre el Ministerio de Sanidad daba a conocer la creación de un Plan Estratégico de Terapias Avanzadas específico, que pretende abordar la introducción de los tratamientos con células CAR-T en España. Se trata de un paso importante, ya que cada vez hay mejores resultados en cuanto a este tipo de investigaciones, como se ha demostrado en el último congreso de la American Society of Hematology celebrado en San Diego, Estados Unidos.

Como explica Natacha Bolaños, coordinadora regional europea de la Lymphoma Coalition, la clave de las terapias CAR-T se basa en "la modificación del linfocitos T, que luego se reintroducen en el paciente para intentar que estos propios linfocitos T actúen contra el cáncer, es decir, una modificación del sistema inmune". Si bien se ha avanzado en su conocimiento genético, y en este ASH se han mostrado resultados esperanzadores en tipos concretos de leucemias, linfomas y como novedad, también en mieloma múltiple, la experta insiste en que "debemos ser cautos", ya que se trata de "una opción con potencial curativa, pero aún sabemos poco", además del hecho de que estas terapias "tienen efectos adversos que aún hay que aprender a manejar". Es por ello que, actualmente, solo están recomendadas a "pacientes que no tienen ninguna otra opción terapéutica", como aquellos que están en recaída, tal y como se aprobó para los casos de leucemia linfoblástica aguda de células B o linfoma B. También en niños, porque "al tener un sistema inmune todavía en formación responden de forma diferente que en personas adultas", según Bolaños. Además, debido a la complejidad de las mismas, su implantación no podrá ser en todos los hospitales, sino en centros de referencia con profesionales especializados. En cuanto a los efectos adversos de las CAR-T una de las buenas noticias del congreso era que parece que hay fármacos que pueden ayudar a paliar los mismos. Era el caso de los pacientes con leucemia linfocítica crónica (LLC) difícil de tratar, en los que se ha demostrado que continuar tomando ibrutinib oral antes de, durante y después de recibir la terapia con células CAR-T puede asociarse con efectos adversos menos graves y mejores respuestas.

De hecho, ibrutinib, una terapia que se administra una vez al día por vía oral, ha sido uno de los fármacos sobre los que se han presentado más novedades en ASH 2018. En palabras de María José Terol, hematóloga del Hospital Clínico Universitario de Valencia, en el caso de la LLC "se demuestra por primera vez que el primer agente de terapia personalizada que es ibrutinib es superior a la quimioinmunoterapia clásica que dábamos a estos pacientes". Todo ello teniendo en cuenta que "esta es una enfermedad muy heterogénea", y sin embargo, la experta explicaba que había buenos resultados en diferentes subgrupos de pacientes, en concreto para aquello que se conoce como "no mutados". Es por ello que Terol afirma que "se está pasando a un cambio de era, hemos pasado de la quimioterapia a la terapia personalizada". Una noticia especialmente positiva, teniendo en cuenta que esta es la leucemia más frecuente en la edad adulta, diagnosticándose cerca de 2.000 casos anuales en España.

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