Han tenido que pasar dos años para que la romería de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba pueda celebrarse en todo su esplendor, con todos sus actos propios, según marca la tradición, y sin ninguna restricción, por lo que la presencia de romeros en el santuario ha sido multitudinaria, a pesar de las altas temperaturas.

La tradición marca que el Lunes de Pentecostés, la Virgen de Luna llega portada por los romeros hasta Villanueva de Córdoba, donde permanecerá durante cuatro meses para recibir la fe y devoción de su pueblo. Uno de los días más especiales marcados en el calendario jarote, cuando la patrona vuelve tras la estancia en Pozoblanco, donde ha permanecido desde el mes de febrero.

Tan solo una noche de descanso en el Santuario de La Jara separa la romería de despedida de los fieles de Pozoblanco de la romería de llegada a Villanueva de Córdoba, que ya en la víspera celebraba su tradicional Rosario de Antorchas desde la cruz del camino más próxima al santuario hasta la puerta del mismo.

Las altas temperaturas de la jornada romera ha llevado a la hermandad de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba a tomar varias decisiones respecto a la celebración de la misa en el santuario. Así, tras realizar a pie el camino desde su Casa de Hermandad hasta La Jara, la misa se ha celebrado más temprano que de costumbre, además de en una ubicación nueva, en la trasera del santuario, donde se ofrecía a los romeros sombra natural de las encinas, más la creada por toldos. No podía faltar el acompañamiento musical del Coro Romero Nuestra Señora de Luna, mientras que en la procesión alrededor del santuario la música ha estado a cargo de la Banda de Música de Villanueva de Córdoba, en la que no ha faltado el revoloteo de bandera en honor de la madre.

A pesar del calor, la asistencia a la romería ha sido multitudinaria, una romería declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, que se vive con intensidad por el pueblo jarote, aunque su celebración en lunes impide que pueda ser disfrutada por toda la comarca. Aun así, esto no ha restado esplendor a una jornada que se ha vivido este año con especial interés, ya que hace unas semanas fue aprobado en pleno la declaración como alcaldesa honoraria y perpetua de la Villa de Villanueva de Córdoba, un nombramiento que llega tras el movimiento generado desde la propia Hermandad para conseguir dicho título, del que ya disponía en Pozoblanco, con quien comparten imagen y devoción mariana.

La Virgen de Luna, por las calles engalanadas de Villanueva de Córdoba.

Por tal motivo, Villanueva de Córdoba se ha volcado, más si cabe, en engalanar las calles para la llegada de la patrona, organizando varios concursos de decoración respecto a los escaparates de los comercios locales y también de las carrozas romeras, que han acompañado a la Virgen de Luna en su regreso a la parroquia de San Miguel.

A primera hora de la tarde y retando a las altas temperaturas, la Hermandad de la Virgen de Luna sacaba la imagen del Santuario de la Jara para iniciar el camino que la separa de Villanueva de Córdoba. Acompañada por los representantes de la Hermandad, cientos de romeros, y cerrando la comitiva los acompañantes a caballo y las carrozas, que han desandado el camino realizado a primera hora de la mañana para volver con la madre a hombros.

La llegada de la Virgen de Luna a Villanueva de Córdoba se producía pasadas las nueve de la noche, cuando aparecía la comitiva romera por el Regajito. La primera parada obligada es a las puertas del colegio que lleva su nombre, donde el alumnado le ofrece una ofrenda floral que acompaña a la Virgen hasta su entrada en la parroquia de San Miguel. Pocos metros después de la ofrenda floral, se ha sucedido en la plaza de El Regajito el recibimiento por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas locales, además del esperado encuentro con el patrón, San Miguel, quien portado a hombros baja a recibir a la patrona.

Tras el encuentro de ambas imágenes, la procesión encara la subida por la calle Pozoblanco, que siempre se engalana para esta ocasión, y donde las imágenes reciben pétalos desde distintos domicilios, haciendo más bella esta entrada triunfal en el pueblo. En esta ocasión, la entrada a la plaza de España ha variado el recorrido de la imagen por la misma, recalando en primer lugar en las puertas del Ayuntamiento, donde la alcaldesa, Dolores Sánchez, ha impuesto por primera vez en la historia el bastón de alcaldesa perpetua a la Virgen de Luna, que lucirá durante su estancia en la localidad.

La comitiva, a su entrada al municipio.

Con el bastón, la Virgen de Luna retomaba el camino de entrada a la parroquia de San Miguel, a cuyas puertas ha recibido las llaves de los Sagrarios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, a manos del párroco José Félix García. La entrada de la patrona ha culminado con el repicar de las campanas y los fuegos artificiales que anuncian que la Virgen de Luna ya está en Villanueva de Córdoba.