El lince es un animal asustadizo, esquivo, taimado. Si es difícil verlo en el campo, ya que solo suele salir por la noche en busca de presas para comer, más complicado aún es verlo en una ciudad. Aunque hay excepciones, como lo demuestra este vídeo grabado por un vecino de la localidad cordobesa de Montoro en que se ve a un ejemplar corriendo delante de un vehículo por mitad de una vía urbana. La grabación ha causado un gran revuelo debido a la inexistencia de imágenes de este tipo con anterioridad, en las que se ve a un Lynx pardinus en una zona frecuentada por el hombre.

El vídeo, firmado por Antonio Mendoza, está en la plataforma Youtube desde el 9 de febrero, cuando el animal fue filmado en torno a las 19:30. Las imágenes, captadas desde el interior de un vehículo, muestran con gran nitidez cómo el lince se pone delante del coche y corre a gran velocidad, casi sin escapatoria, hasta que salta por encima del pretil de la carretera y desaparece.

Córdoba acapara el 24% de los ejemplares de lince que hay en la Península Ibérica, según el último censo -el correspondiente a 2020- realizado por el grupo de trabajo que sobre este animal coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). De los 1.111 ejemplares censados en España y Portugal, 267 se distribuyen por tierras cordobesas.

Tal y como revela el último censo, el núcleo poblacional de linces de de Andújar-Cardeña cuenta con un total de 216 individuos censados en 2020 de los que 140 son adultos o subadultos, y entre ellos 53 hembras reproductoras; a este núcleo pertenecería el lince grabado en Montoro. Por otra parte, el núcleo poblacional del Guadalmellato tiene un total de 51 individuos censados, de los que 35 son adultos y 16 cachorros, contabilizándose 16 hembras reproductoras.

El vídeo también llama la atención sobre la vulnerabilidad que el tráfico rodado supone para el lince. Y, de hecho, en noviembre de 2017 los ministerios de Agricultura y Fomento firmaron un acuerdo para el desarrollo de actuaciones de reducción del riesgo de atropello en la Red de Carreteras del Estado. Una de las vías donde se han aplicado medidas para evitar la mortandad de este felino protegido es la N-420, que precisamente tiene su origen en Montoro.