En ruta

Medio millar de vespas recorren con su peculiar rugido la Subbética cordobesa

  • Las inscripciones se agotan en apenas 48 horas con participantes llegados desde toda España

Ruta en vespas por la Subbética cordobesa.

Ruta en vespas por la Subbética cordobesa. / El Día

Un silencio estruendoso extrañó a Lucena cuando despuntaba octubre de un 2020 insufrible. Un magistral y asombroso mural en la calle San Pedro, creado por Ángeles Romero, evocaba el sonido y la gama interminable de modelos y colores que, desde hace una década, deslumbran y seducen a España y numerosos rincones de Europa.

Lucena resurge como núcleo nacional del cosmos vespero. Estos singulares moteros han contorneado el reinicio del trayecto que reanudamos hacia la antigua normalidad cuando la crisis sanitaria naufraga en lo pretérito.

Pilotos y acompañantes alemanes e ingleses y apasionados de esta cultura conducida con un irresistible manillar procedentes de varias provincias de Andalucía, Asturias, País Vasco, Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura, Cataluña o Melilla han decorado la décima edición de un fin de semana, año a año, más alargado y que trasciende de la gasolina y los neumáticos hasta la convivencia fraternal, el turismo artístico y los destinos recíprocos. “Quién nos iba a decir a nosotros que íbamos a llegar a la décima edición, cuando esto era un club de cuatro amigos que cogían la vespa”, confiesa, sincero y ruborizado, Pepe Tubío, presidente del Vespa Club Lucena.

En la noche del último jueves, La Bodeguita del Casino sellaba las primeras acreditaciones y empezaba una ocupación hotelera que alcanza la capacidad completa, en estos días, tanto en Lucena como en Cabra, Priego de Córdoba, Rute e Iznájar. Otros visitantes eligen la expansiva alternativa de la furgoneta, la camper o la autocaravana, estacionadas en un lugar específico habilitado por el Consistorio lucentino.

La Ruta Subbética en Vespa cultiva una fidelidad intensa a su nomenclatura. A los conceptos innegables por evidentes se anexiona una vocación comarcal tan interiorizada como porfiada.

Una previsión prudente limitó –las restricciones perduran- a 500 unas inscripciones agotadas en 48 horas. En las referencias precedentes, los asistentes han bordeado el millar. El ocaso –ojalá sepamos eludir siguientes olas- de la pandemia aún ha impedido compartir –un verbo predilecto en este acontecimiento sin fronteras- el tradicional concierto en la noche del viernes.

En la primera jornada del fin de semana, desde el mediodía, las chapas y los variados acentos confirmaban la presencia, en diversos puntos del callejero de Lucena, de más participantes adelantados de una exhibición que intensifica el prestigio del Vespa Club Lucena. El ambiente en los establecimientos hosteleros y las calles principales del municipio agregó la diversión de dos charangas de Luque e Iznájar. Más contenido del territorio propio.

El traslado a Córdoba de la Virgen de Araceli, donde ya ha empezado la restauración de la Patrona, aplazó, a tiempo futuros, el acceso a la ermita. El desfile de luz centelleante y primeros rugidos anunciadores sí enfiló, hasta la cumbre, la carretera del Santuario de Aras y retornaron, en exposición circular, al Paseo del Coso.

La degustación de un desayuno molinero –andaluz-  en las instalaciones de FM Calefacción abrió el sábado, jornada central de un programa milimétricamente perfilado.

El homenaje tematizado a las vespas con sidecar supeditó un recorrido de rasgos rectos y distancia levemente superior a los 70 kilómetros. Lucena, Rute y sus pedanías e Iznájar compusieron el itinerario siempre subbético. El habitual sorteo regala un ejemplar de este tipo de vespa.

La belleza superlativa, constantemente ratificada, y la finura solidaria caracterizaron la parada con aperitivo en la flamante Caseta Municipal de Iznájar. La junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer asumió la recepción a los vésperos. El alcalde de Iznájar, Lope Ruiz (PSOE), ya ponderó una fiesta sobre el asfalto que, en este 2021, “pone en valor los recursos” de la localidad iznajeña y demuestra “el carácter acogedor, generoso y hospitalario de nuestra gente”.

El regreso, rebasado el mediodía, transitó por la unión paisajística entre Campo de Aras y la Sierra homónima. Las pistas semicubiertas de la Ciudad Deportiva reemplazaron, como sede del almuerzo de convivencia, a la Caseta Municipal. “Aporta” esta cita “un matiz diferente a la promoción de Lucena como puerta de acceso a al Subbética” ha afirmado en estos días el alcalde, Juan Pérez (PSOE). 

El segmento turístico “de interior”, actualmente, “vuelve a estar de moda”. Lo dice el delegado territorial del ramo, Ángel Pimentel. Ilusiones frescas e ideas siempre sorprendentes ya fluyen sobre el rumbo decimoprimero que, indiscutiblemente, continuará perimetrado en la Subbética y atraerá a nacionales y extranjeros.

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