La venencia en Montilla tiene cantera. El complejo Envidarte, en el marco de la Fiesta del Vino y la Tapa y la Feria de Artesanía Hecho a mano, ha acogido este mediodía el tradicional concurso de venencia y volteo, oficios centenarios que el Ayuntamiento continúa promocionando en el escaparate de septiembre montillano que se abría con la Fiesta de la Vendimia.

Horas antes de la clausura de una cita que ha reunido a miles de personas desde el viernes en torno al vino, la gastronomía y la artesanía con marca Montilla, una veintena de personas, en torno a cuatro categorías, han dado luz a un concurso que, por primera vez, se nutría de los jóvenes venenciadores que recientemente se han iniciado en esta técnica de servir el vino gracias a los talleres municipales dirigidos por Aurora Luque.

A la hora del vino, la primera venencia entraba en el barril ante la expectación del público. Cada uno con su técnica y siempre ataviados de los símbolos tradicionales de los oficios de bodega, los diferentes concursantes -como siempre con una buena representación de venenciadores llegados desde Moriles- subían al escenario para demostrar su destreza.

Para muchos era su primer concurso. Y los lógicos nervios se atisbaban en cada movimiento de brazo. Especialmente emotivo ha sido ver venenciar a Javier Tejada, un joven montillano invidente, de familia aficionada a la venencia que hace unos meses se atrevió a romper la barrera de la discapacidad también en este ámbito.

Un momento del certamen.

Los ganadores

No lo tuvo fácil el jurado a la hora de dar los premios. En categoría senior, los tres primeros puestos han sido para Antonio López Cuenca, Jesús Sánchez Jiménez y Tania María Priego Ruz; en categoría juvenil, para Carmen María Gómez Córdoba, Paco Ojeda y Daniel Ruz Pulido; y en infantiles, para Daniel Zafra Ruiz, Cayetano Ojeda López y Antonio Castro Polonio.

En volteo, los premios han recaído en Jesús Sánchez, Rafael Ortiz y Paco Luque, que a sus 86 años ha vuelto a participar en el concurso a petición de otros concursantes de los que fue su maestro.

Sin lugar a dudas, el momento más emocionante de la entrega de premios surgió de la espontaneidad del joven Paco Ojeda, quien sorprendido por ver venenciar a Javier Tejada quiso regalarle su segundo premio en categoría juvenil, con la invitación a seguir venenciado, rememorando un gesto que un venenciador mayor tuvo con él cuando sólo tenía seis años con esa misma condición de seguir aprendiendo y practicando con la venencia.

Sus palabras hacia Javier arrancaron el aplauso más caluroso de la tarde. “El mejor colofón para un fin de semana de mucho disfrute y diversión en torno a nuestra artesanía y el vino”, decía el alcalde de Montilla, Rafael Llamas (PSOE), quien hacía extensiva el agradecimiento de quienes habían participado en el concurso al público en general que desde el viernes ha pasado por estas renovadas instalaciones municipales de Envidarte para acercarse a una parte singular del patrimonio económico y turístico de Montilla.