Alto Guadiato

Los vecinos de Espiel: "El agua sale turbia y huele mal"

Comienza el reparto de agua potable en Espiel / Juan Ayala

"Esto ya los hemos vivido en alguna ocasión", reconoce el alcalde de Espiel, Antonio Fernández (PP), mientras que algún que otro vecino de esta pequeña localidad de la comarca del Alto Guadiato acude con su garrafa de cinco litros a recoger agua potable.

Espiel es uno de los municipios de la provincia de Córdoba afectados por la presencia de carbono orgánico total (COT) por encima de lo que establece la regulación en el agua debido al trasvase de La Colada hasta Sierra Boyera y que desde este miércoles ha comenzado a recibir agua potable a través de un camión cisterna, que se ha ubicado en la zona donde se coloca el mercadillo.

De manera paulatina, los vecinos se han ido acercado hasta el lugar elegido por el Ayuntamiento con sus garrafas de cinco litros de capacidad para rellenarlas de agua. Y es que aunque estaba previsto que cada persona se pudiera llevar cinco litros de agua al día, en esta pequeña localidad no se ha sido tan estricto a la hora del reparto y no ha habido problema en llevarse dos o tres garrafas por persona. El Consistorio, además, ha habilitado un coche para repartir las garrafas de agua entre las personas que no puedan acudir. 

En este primer día, no ha habido ni siquiera colas para llevarse agua potable a casa, gracias a la previsión que han hecho en el pueblo y que corrobora su primer edil a El Día poco antes de las 10:00, hora fijada para iniciar el reparto. "Intuyo que es una cuestión que no va a ser un boom porque el nivel de compra de agua anteriormente ha sido importante", aclara, al tiempo que reconoce que tampoco hay comercios desabastecidos, aunque a algunos la situación "les ha cogido con el paso cambiado". 

El alcalde de Espiel, en el centro, conversa con miembros de Protección Civil. El alcalde de Espiel, en el centro, conversa con miembros de Protección Civil.

El alcalde de Espiel, en el centro, conversa con miembros de Protección Civil. / Juan Ayala

Gran parte de que no se hayan producido colas en este primer día, se debe a la información que el primer edil ha transmitido a través de la radio municipal y porque los vecinos están acostumbrados a comprar agua embotellada. 

Cada uno de los municipios afectados va a recibir cada día hasta 20.000 litros de agua potable. Una cantidad que, según indica Fernández, "no los vamos a gastar ni por asomo". En Espiel residen alrededor de 2.400 vecinos, de los que "más de 400 viven en núcleos diseminados que no han aparecido y más del 70% estamos acostumbrados a comprar agua", apunta.

El primer edil, además, sostiene que "el problema no tiene que ver con el tema de la sequía o por el carbono orgánico total, sino que nos hemos acostumbrado a tener un cierto paladar con respecto al agua". No obstante, reconoce que los vecinos "están preocupados porque no hay más remedio" e intenta quitar hierro al asunto al asegurar que "para eso estamos nosotros como gestores"-

"Hay tranquilidad absoluta, no hay que tener ni un miedo porque es una situación que va a ser pasajera y que nos ha tocado vivir a esta zona", apunta, al tiempo que lamenta la presencia en demasía del "dichoso carbono", con el que a su juicio "hay cierta incongruencia entre lo que dice la Organización Mundial de la Salud, una directriz europea y un real decreto y la Junta de Andalucía ha aplicado el real decreto". 

"El sabor es malísimo"

Jacinto ha sido de uno de los vecinos de Espiel que ha acudido pocos minutos después de las 10:00 de este miércoles hasta el lugar donde se encuentra ubicado el camión cisterna. Armado con hasta cinco garrafas y a sus 72 años, asegura esto del problema del agua lo ve "regular". "Tenemos un pozo en casa, pero ese agua no es para beber y vengo con tantas garrafas porque son para mis hijos", expone.

Con bastante otoñadas a su espalada, este espeleño reconoce que "hay que adaptarse a las circunstancias" y echa la mirada atrás para recordar que "antes se iba con cántaros a por el agua y no pasaba nada". 

Un vecino de Espiel acude al lugar donde está instalado el camión cisterna. Un vecino de Espiel acude al lugar donde está instalado el camión cisterna.

Un vecino de Espiel acude al lugar donde está instalado el camión cisterna. / Juan Ayala

Ana María Arévalo también ha acudido hasta esta ubicación con un carro de la compra con varias garrafas vacías en su interior, junto a sus padres. Propietaria de un conocido bar en Espiel, el Ca'Hose Luis, su máxima preocupación esta mañana de miércoles era poner en funcionamiento la cafetera, a la que han puesto un filtro. "Estamos perdidos, no sabemos cómo actuar y es un engorro", confiesa.

"El agua sale turbia y huele mal", añade, al tiempo que apunta que en su casa comenzaron a comprar agua embotellada en Navidad. 

Más de 22.000 litros de agua embotellada

En Espiel la mañana trascurre tranquila y sin gran nerviosismo entre sus vecinos, aunque tampoco es que escondan su preocupación por el problema de la sequía y las consecuencias del trasvase de La Colada a Sierra Boyera que están viviendo estos días

De ello bien sabe Juan Carlos Ortega, uno de los propietarios del supermercado GO Market de Espiel, que no se ha quedado sin agua potable, pero sí ha visto como las ventas se han incrementado bastante en las últimas 48 horas, ya que desde la tienda han podido vender hasta 5.000 litros de agua en este tiempo. 

Ante la avalancha de peticiones y el aumento del consumo, Ortega informa de que han encargado 22.400 litros de agua embotellada y también hace un llamamiento a la población. Y es que, tal y como pasó durante la pandemia del coronavirus, cuando el papel higiénico voló de los supermercados, con el agua "hay que ser más solidarios". 

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