La ubicación y el olor de los contenedores copan las incidencias de Epremasa

Contenedores mal ubicados y que desprenden malos olores. Éstas son dos de las incidencias más comunes que se detectan en la Empresa Provincial de Residuos y Medio Ambiente (Epremasa), según explicó ayer su presidente, Julio Criado, quien reconoció que en muchas ocasiones la mala ubicación de estos depósitos de basura se debe a "su desplazamiento por el levantamiento de los frenos". Criado, que también es responsable de Agricultura y Medio Ambiente de la Diputación, indicó que otras de las incidencias detectadas es "la limpieza en los aledaños" de los contenedores. Respecto a los malos olores, recordó que en verano se ha aumentado el tiempo de frecuencia de su lavado.

Criado aludió a estas incidencias durante la presentación de un nuevo sistema para controlar la calidad de los servicios urbanos de gestión de residuos, que llevará a cabo una empresa externa a partir del 1 de noviembre por 150.000 euros. El presidente de Epremasa explicó que se ha estimado la necesidad de realizar unas 21.720 inspecciones anuales para el control del parque de vehículos de la empresa provincial, que asciende a 13.598 (10.566 de ruedas, 2.191 de tipo iglú y 841 contenedores soterrados) y una cifra de operaciones de recogida que supera los 2,6 millones, de los que 2,3 millones son de recogida de orgánica, 230.197 de envases ligeros, más de 50.000 de papel y más de 6.400 de vidrio. En cuanto a las operaciones de lavado de contenedores, la cifra asciende a 235.737.

Este sistema de control de calidad basa su funcionamiento en las nuevas tecnologías. Así, Criado recordó que "todos los contenedores van equipados con tag -un dispositivo electrónico-, los vehículos de recogida llevan el hardware y software para transmitir en tiempo real mediante 3G y sistemas de identificación por radiofrecuencia, y, además, transmitimos fotografías de las deficiencias lo que nos permite tener una trazabilidad integral de la inspección para conocer en tiempo real las incidencias".