Trabajos de emergencia en el Castillo del Moral de Lucena tras el desprendimiento de un muro
Subbética
La actuación cuenta con un presupuesto de 11.000 euros mientras se plantea una intervención más profunda
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La Delegación de Patrimonio Histórico-Artístico del Ayuntamiento de Lucena ha informado del inicio de las actuaciones de emergencia en el lienzo sureste del Castillo del Moral, tras el desprendimiento parcial del muro interior registrado a finales del pasado mes de septiembre. La concejala responsable del área, Charo Valverde, ha comparecido este lunes para explicar los pasos que se están siguiendo en el proceso de entibado y reparación de la muralla.
Valverde ha señalado que, una vez firmado el decreto que autoriza la tramitación de emergencia de la actuación, en estos días tendrá lugar la colocación de la estructura de sujeción exterior. Esta primera intervención, presupuestada en algo más de 11.000 euros y ejecutada por la empresa Rafael Oliva, garantizará la estabilidad del muro y la seguridad de peatones y vehículos.
La edil ha precisado que, de manera paralela, se está redactando el proyecto técnico para el desmontaje y posterior reconstrucción del muro interior, con el objetivo de restaurar el lienzo afectado y recuperar la normalidad del tráfico en el Paseo del Coso. Una vez se disponga del presupuesto definitivo, se tramitará la licitación de la obra.
Valverde ha insistido en que la prioridad municipal es garantizar la seguridad y conservación del patrimonio histórico, recordando que el corte de tráfico y las molestias derivadas de los trabajos son necesarias para evitar riesgos en la vía pública. “Sabemos que esta situación es incómoda, pero debemos anteponer la seguridad de las personas y la protección del monumento”, ha concluido.
Una fortaleza con raíces en el siglo XII
El Castillo del Moral fue construido tras la llegada de los almohaces a la villa en 1148. Su edificación estratégicamente situada al frente del ya iniciado avance de los reinos cristianos en la península ibérica permitía la salvaguarda de la cora de Cabra, posiblemente muy inestable y regida mediante el control de caravanas comerciales norte-sur. Fernando III de Castilla conquistó el castillo en 1240, y fue utilizado desde entonces como fortaleza fronteriza, por lo que tomó gran relevancia.
Para este cometido, fue donado al Cabildo de Córdoba y más tarde a la Orden de Santiago. A cambio de unos terrenos, fue adquirido en 1342 por la amante del rey Alfonso XI, Leonor de Guzmán, que también había adquirido el castillo de Cabra, precisamente en este último lugar nació su hijo ilegítimo con el monarca, el que sería el futuro Enrique II.
Leonor mantuvo la propiedad del castillo hasta su fallecimiento en 1351, cuando regresó a la Corona. En 1371 el rey Enrique II lo donó a Juan Martínez de Argote y este, cuatro años más tarde, a su hija María Alfonso de Argote, que había contraído matrimonio con Martín Fernández de Córdoba, alcaide de los Donceles, quedando ya unido a este linaje familiar.
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