Ni siquiera una promesa electoral

MIENTRAS los partidos se recorrían la provincia a lo largo y ancho en una contrarreloj imparable para llegar con músculo al 26-J, la plataforma ciudadana #Nopasesdemí dedicaba su semana a mantener viva la reivindicación del tren de Cercanías del Valle del Guadalquivir, un requerimiento que dura ya años pero que en los últimos meses ha adquirido fuerza. Así, tras numerosas protestas anteriores, los integrantes del colectivo, liderados por la alcaldesa de Almodóvar del Río, María Sierra Luque (IU), decidían viajar -por tren, claro está- a Sevilla y a Madrid para consultar con responsables de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Fomento, respectivamente, posibles novedades sobre este servicio. Y la sorpresa, para ellos y para los potenciales usuarios del Cercanías, ha sido mayúscula: el tan demandado tren entre Palma del Río y Villa del Río ni siquiera se ha convertido en una promesa electoral en estos días de palabras fáciles y halagos generosos. Lo que ya quiere decir mucho de la escasísima voluntad política que parece concertar el proyecto.

El primer viaje fue a Sevilla, a la Consejería de Fomento, donde la plataforma se llevó el primer chasco al no ser recibidos en persona por el consejero del ramo, Felipe López. El responsable autonómico ya dijo el pasado febrero en Córdoba, en un encuentro con cargos socialistas, que la Administración autonómica estaba dispuesta a "meter el hombro" para que el proyecto salga adelante. Los ciudadanos deben estar preguntándose ahora cuándo se producirá ese empuje, pues de la reunión mantenida el lunes con los integrantes de la plataforma se puede concluir que habrá que seguir esperando el momento. Y es que más allá de conversaciones informales con el Ministerio de Fomento, la Junta de Andalucía no parece haber realizado hasta el momento ninguna gestión.

Tampoco en Madrid se sabe mucho de la línea de Cercanías de la Vega, la primera que empezaría a funcionar en la provincia. Segundo chasco. El Ministerio de Fomento, por boca del director general de Transporte Terrestre, Joaquín Mora -la ministra, Ana Pastor, debía de estar de campaña-, se ha comprometido a habilitar las estaciones que no están en uso en los municipios del Valle del Guadalquivir para ampliar el número de paradas de los trenes de Media Distancia que recorren la zona y que hasta ahora pasan de largo como el coche de Mr. Marshall. No se puede decir que sea una mala idea, aunque no deja de ser una medida provisional y, desde luego, no responde a las necesidades de los vecinos de la zona, que confían en que el Cercanías pueda ayudarles en sus necesidades del día a día, como acudir al Hospital Universitario Reina Sofía, hacer gestiones administrativas o recibir clases en el aulario universitario de Rabanales.

"Se han confirmado nuestros temores de que aún no hay nada avanzado en este asunto y todo está en el aire", concluía tras una semana de viajes en tren Luque, que contempla con desconcierto desde hace años cómo el término municipal cuco se llena de vías de tren y de infraestructuras ferroviarias sin que los vecinos tengan acceso a este servicio.

El propio presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se deleitaba esta semana con la vista del Castillo de Almodóvar en un viaje en AVE desde Ciudad Real a Málaga con motivo de la campaña electoral, y no dudaba en compartir sus sensaciones en Twitter. "Disfrutando de las vistas. A lo lejos, el Castillo de Almodóvar", decía en un mensaje que fue retuiteado 184 veces. Como no podía ser de otra manera, también fue reiteradamente contestado por quienes anhelan el Cercanías, ni siquiera una promesa electoral.