Sergio Rubio, escritor: "Nos enseñan a guardar silencio, y eso genera un ruido interior que pesa"

"Me llamo Sergio Rubio y durante años guardé historias que nunca me atreví a contar", se explica este joven natural de la localidad cordobesa de El Viso que, en plena pandemia, dio vida al perfil Relatos en Números Romanos en Facebook, donde empezó a desgranar sus pensamientos e ideas ante una comunidad que no para de crecer y que supera las 400.000 personas. El autor acaba de publicar su primer libro, Eso que no te dije, que explica como "una invitación a mirar hacia adentro, a reencontrarse con lo no dicho, con lo sentido, con lo guardado".

Pregunta.¿Cómo definiría este primer libro?

Respuesta.Es un libro íntimo, hecho de emociones que muchas veces se quedan atrapadas entre lo que sentimos y lo que callamos. No es una novela, no es un poemario puro: es una colección de textos que nacen desde dentro, de momentos reales o imaginados que tienen una carga emocional muy fuerte. Es un libro para leer despacio, en silencio, como quien conversa con su parte más vulnerable. Lo definiría como una carta abierta a lo que no se dijo pero que aún vive en nosotros.

P.La obra, ¿va dedicada a alguna persona concreta? El título parece que interpela a alguien conocido…

R.La verdad es que no. El libro está dedicado a todas las personas a las que alguna vez quise decirles algo y no supe cómo. A quienes se fueron, a quienes llegaron tarde, a quienes me marcaron sin darse cuenta. El título es una puerta abierta: puede ser una conversación pendiente con un amor, con un amigo, con uno mismo. Hay una historia personal detrás, claro, pero el libro deja espacio para que cada lector piense en su alguien.

P.¿Nos dejamos sin decir muchas cosas? ¿Eso nos hace daño?

R.Muchísimas. Por miedo, por orgullo, por no encontrar el momento o las palabras. Nos enseñan a guardar silencio más que a expresarnos, y eso genera una especie de ruido interior que pesa. Creo que sí, lo no dicho nos hace daño, pero también puede transformarse. De ahí nace este libro: como una forma de sanar eso que no fue dicho en voz alta, pero sí sentido de verdad.

P.Dice que su libro es un canto a la vida en todas sus formas, incluso en aquellas que duelen. ¿Es difícil plasmar todo esto en la escritura?

R.Sí, porque escribir desde lo auténtico requiere vulnerabilidad. No se trata de embellecer el dolor, sino de mirarlo con honestidad. Y eso cuesta. Pero también es liberador. Este libro fue escrito con verdad, sin pretensiones, con la intención de que quien lo lea se sienta acompañado. La vida no siempre es bonita, pero tiene momentos profundamente humanos. Y creo que ahí es donde habita la belleza.

P.¿Qué le inspira? ¿Quiénes son sus referentes?

R.Me inspira lo cotidiano, las emociones que a veces pasan desapercibidas: un gesto, una conversación, una despedida sin ruido. También me inspiran las personas que sienten intensamente. Entre mis referentes están autores como Benedetti, Cortázar, Elvira Sastre... Y también músicos, cineastas y hasta personas anónimas que con una frase me sacuden por dentro. Las redes sociales, curiosamente, también se han vuelto una fuente de inspiración constante: leo a mi comunidad y veo reflejadas muchas de mis propias emociones.

P.¿Ha sido un camino difícil ver publicado el libro?

R.Sí, pero ha sido increíble. Hay dudas, miedos, inseguridades. Uno se pregunta si lo que escribe vale la pena, si conectará con alguien. Pero también hay ilusión, hay vértigo, hay una sensación de estar cumpliendo algo que necesitaba nacer. Publicar Eso que no te dije ha sido cerrar un ciclo y abrir otros nuevos.

P.Empezó a escribir en Facebook, y de ahí ha dado el salto al papel en plena era tecnológica, ¿qué siente al ver sus escritos impresos?

R.Es una mezcla de incredulidad y emoción. Ver algo que nació como una publicación entre amigos convertido en un libro que otros tienen entre sus manos es muy fuerte. Lo digital me dio cercanía y respuesta inmediata, pero el papel tiene algo sagrado. Escribir en redes es hablar en voz alta; publicar en papel es susurrarle al alma.

P. ¿Cómo está siendo la reacción de su comunidad de lectores?

R.Muy emocionante. Me han llegado mensajes de personas que han llorado, que se han reconciliado con alguien después de leer una página, que lo han regalado a quienes nunca pudieron decirles algo. Me impresiona cómo cada lector encuentra su propia historia en mis palabras. Y eso, para mí, es lo más valioso que puede pasarle a un autor.