Agricultura

El sector del ajo de Córdoba pide a Bruselas acabar con el ‘dumping’ de China

  • Los productores piden hacer frente el "fraude" del etiquetado en el origen de los ajos

Trabajadores en la campaña del ajo.

Trabajadores en la campaña del ajo. / El Día

El sector del ajo pide a Bruselas acabar con el dumping de China y controlar el ajo congelado que traen “fuera de cupo y con arancel bajo” sin que en realidad sean congelados ya que vienen en contenedores a -4ºC y los venden como ajo fresco”.

Así lo ha explicado el presidente de la sectorial del ajo de Asaja Córdoba y vicepresidente de la Mesa Nacional del AjoMiguel del Pino, quien subrayó que, además, “los están vendiendo por debajo de costo nuestro, por lo que estamos intentando demostrar a Bruselas que esa práctica es dumping porque a nosotros nos cuesta cerca de los 4 euros congelarlo y ellos van entrando a un euro, por lo que queremos que Bruselas no les deje entrarlos”.

Esta ha sido una de las cuestiones tratadas en un encuentro en Toulouse (Francia) en una reunión preparatoria para el próximo Comité Mixto de Frutas y Hortalizas que se celebrará el 31 de mayo en Lisboa (Portugal) y en la que han participado los ministerios de Agricultura de España, Italia y Francia, que trasladarán a Bruselas las conclusiones de esta reunión.

Otra cuestión que se abordó, según Miguel del Pino, fue la postura común de los tres países para trasladarle a la Unión Europea la preocupación en cuanto a la supresión de productos fitosanitarios esenciales para el cultivo del ajo ya que muchos de ellos se están prohibiendo y los agricultores no tienen alternativas para los tratamientos ante las malas hierbas, “lo que conllevaría a una ruina total”.

De este modo, durante el encuentro acordaron trasladar a Bruselas las materias primas de los productos que necesitan, teniendo en cuenta, además, que algunos de ellos sí están permitidos en Francia y en España no.

Asimismo, el sector también ha mostrado su preocupación ante las actuaciones de algunos vendedores o supermercados que “hacen trampas” en los etiquetados del ajo al cambiar el origen real poniendo que proceden, por ejemplo, de Italia o España, cuando en realidad son chinos. Para ello, el sector está trabajando con distintos laboratorios de España y Francia para poder identificar la procedencia de los ajos e “intentar destapar este fraude”.

Finalmente, en cuanto al desarrollo de la campaña, Del Pino informó de que “va bien, todos los países coinciden en que la cosecha, que está ahora mismo a punto de recogerse, es óptima, hasta ahora mismo”. No obstante, la calidad depende mucho de los últimos días porque si llueve cuando ya está recogido el ajo, no será tan buena.

En cuanto al precio, apuntó que es correcto y prácticamente no hay existencias en ninguno de los tres países. Por tanto, subrayó que “hay demanda y el mercado está razonablemente bien, aunque estamos pendientes de con qué precios va a salir China y en qué circunstancias” ya que tiene el 83% de los ajos que se siembran en el mundo.

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