Arte

Una ruta con diez paradas para conocer el barroco de la Subbética

San Francisco, en Priego de Córdoba.

San Francisco, en Priego de Córdoba. / El Día

Toda la comarca de la Subbética, de Priego de Córdoba a Lucena, de Cabra a Encinas Reales, Benamejí, Rute o Iznájar, está repleta de excepcionales ejemplos de arte barroco de enorme valía. La Diputación de Córdoba ha iniciado esta semana la andadura para que esta expresión artística pueda ser reconocida como Patrimonio Mundial, lo que la situaría al mismo nivel que la Mezquita-Catedral y el Casco Histórico de Córdoba capital o que Medina Azahara. Este es un recorrido en diez paradas por el arte barroco del Sur de Córdoba.

1. Priego de Córdoba

Fuente del Rey. Fuente del Rey.

Fuente del Rey. / El Día

La localidad prieguense es el buque insignia del barroco cordobés, con el sagrario de la parroquia de la Asunción como gran obra maestra. Fue realizado por Francisco Javier Pedrajas entre 1772 y 1784, y es Monumento Nacional desde 1932. Su planta consiste en un octógono rematado con una impresionante cúpula gallonada que está perforada en su base por ocho amplios ventanales de los que desciende la luz. Todo el conjunto histórico de Priego está jalonado de obras barrocas de gran interés, como la Fuente del Rey, la iglesia de la Aurora, San Francisco, la parroquia del Carmen, las Angustias o San Pedro. 

2. Lucena

Sagrario de San Mateo de Lucena. Sagrario de San Mateo de Lucena.

Sagrario de San Mateo de Lucena. / El Día

El sagrario de San Mateo es la gran obra del barroco en Lucena. Realizado entre 1740 y 1772 sobre trazas del arquitecto local Leonardo Antonio de Castro y considerado como una de las joyas del barroco cordobés, es de hecho una de las obras escultóricas más importantes de este arte en Andalucía. Presenta una magistral portada de jaspe negro, rojo y blanca; la capilla tiene planta octogonal y no hay milímetro sin decorar. El barroco lucentino se completa visitando el palacio de los Condes de Santa Ana, las iglesias de San Juan Bautista, San Martín y el santuario de la Virgen de Araceli.

3. Cabra

Ermita de la Virgen de la Sierra en Cabra. Ermita de la Virgen de la Sierra en Cabra.

Ermita de la Virgen de la Sierra en Cabra. / El Día

El tercer vértice del barroco de la Subbética es Cabra. La ruta podría iniciarse en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en la plaza de Aguilar y Eslava. El convento de las Agustinas, la iglesia de San Juan de Dios y, al final, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles componen otro impresionante fresco de ejemplos. De visita imprescindible también es el santuario de la Virgen de la Sierra, en pleno parque natural de las Sierras Subbéticas, desde donde se obtienen unas impresionantes vistas de toda la comarca.

4. Encinas Reales

Interior de la ermita de Jesús de las Penas en Encinas Reales. Interior de la ermita de Jesús de las Penas en Encinas Reales.

Interior de la ermita de Jesús de las Penas en Encinas Reales. / El Día

La ermita de Jesús de las Penas es la gran obra barroca de Encinas Reales. Edificada a principios del siglo XVIII, tiene planta de cruz latina, con nave dividida en tres tramos. En sus muros perimetrales se abren capillas, que albergan retablos barrocos. El punto de mayor despliegue ornamental se encuentra en el interior de la cúpula y el crucero, a base de yeserías enriquecidas con motivos vegetales, angelotes y marcos ovalados que acogen cartelas con atributos de la Pasión y con los escudos de Encinas Reales, Lucena y casa ducal de Medinaceli. Las yeserías se presentan en su color y se ven resaltadas por la policromía de los fondos, donde destacan los colores rojos y azules.

5. Benamejí

Interior de la parroquia de la Asunción de Benamejí. Interior de la parroquia de la Asunción de Benamejí.

Interior de la parroquia de la Asunción de Benamejí. / El Día

La parroquia de la Inmaculada Concepción y la ermita de San Sebastián centran el interés. La primera fue mandada construir por el primer marqués de la Villa, Diego de Bernuy, y es uno de los ejemplos más representativos del barroco cordobés. El altar mayor alberga una talla de una Inmaculada, fechada en 1742, obra del escultor lucentino Pedro del Pozo. Y a su derecha se encuentra el sagrario que acoge las imágenes procesionales de la semana de Pasión benamejicense. La ermita es un edificio de principios del siglo XVIII en cuyo interior guarda una rica colección de imaginería, incluida una talla de San Judas Tadeo, patrón de las causas difíciles.

6. Palenciana

Plaza del Carmen de Palenciana. Plaza del Carmen de Palenciana.

Plaza del Carmen de Palenciana. / El Día

Considerada el principal monumento de la villa, la parroquia de San Miguel ocupa uno de los frentes de la céntrica plaza de Nuestra Señora del Carmen y a escala menor reproduce el principal templo de la vecina Benamejí. La cúpula es la estructura más interesante del templo, así como el camarín de la Virgen de Araceli. A destacar igualmente el altar mayor dedicado a San Miguel.

7. Rute

Ermita de San Sebastián de Rute. Ermita de San Sebastián de Rute.

Ermita de San Sebastián de Rute. / El Día

Las ermitas de San Sebastián, la Vera Cruz y San Pedro, el santuario de Nuestra Señora del Carmen y la parroquia de San Francisco de Asís guardan bellas obras de arte barrocas. En esta última destaca el retablo mayor y el camarín de Nuestra Señora de la Cabeza, ricamente decorado con yeserías de estilo rococó obra del escultor prieguense Cecilio Antonio Franco Roldán, que lo concluyó en 1763, y a cuya mano se debe igualmente la decoración de la cúpula y pechinas del presbiterio. A lo largo del templo se yerguen numerosos altares, todos ellos de estilo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII.

8. Iznájar

Interior de la ermita de la Virgen de la Piedad en Iznájar. Interior de la ermita de la Virgen de la Piedad en Iznájar.

Interior de la ermita de la Virgen de la Piedad en Iznájar. / El Día

La ermita de la Virgen de la Piedad es una bella construcción del siglo XVII en cuyo interior destaca la nave abovedada, al final de la cual aparece un espléndido camarín barroco que acoge a la patrona, la Virgen de la Piedad, la imagen más interesante y antigua de Iznájar, modelada en barro hacia el año 1460. También de interés es la llamada Casa de las Columnas, del siglo XVIII, que alojó la antigua administración de los condes de Albi. Destacan los escudos de armas de los Salazar en la fachada y la reja central.

9. Zuheros

Parroquia de los Remedios de Zuheros. Parroquia de los Remedios de Zuheros.

Parroquia de los Remedios de Zuheros. / El Día

De sencilla fachada blanca como todo en el municipio, la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios guarda un bello interior barroco, en el que sobresale el altar mayor. Apoyado sobre un frontal de altar de mármol rojo, de arriba a abajo está compuesto por el ático, la calle central con doble hornacina con las imágenes de la Virgen del Rosario (siglo XVI) y Nuestra Señora de los Remedios (siglo XVIII), y un banco o predela. El retablo presenta pinturas con formas vegetales y florales.

10. Carcabuey

Ermita de la Virgen del Castillo en Carcabuey. Ermita de la Virgen del Castillo en Carcabuey.

Ermita de la Virgen del Castillo en Carcabuey. / El Día

Aunque de origen medieval, enclavada en el interior de la fortaleza, la ermita del Castillo de Carcabuey registró en el siglo XVIII una fuerte intervención que le dio su impronta popular barroca, con altares y el camarín cental. El corazón urbano de la plaza de España ordena las calles principales -Majadilla, Castillo, Pilar y Santa Ana-, cuyo recorrido depara sorpresas como el altar callejero de las Angustias, el barroco Pilar con su agua del Lobatejo, la escalonada calle Castillo o casas señoriales de labrados dinteles. De corazón barroco, merece la pena subir a la ermita del Calvario con sus cruces de hierro forjado.

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