Subbética

El roscón de Reyes gigante y solidario de Lucena resiste con 2.500 porciones

  • Las limitaciones por la emergencia sanitaria implican la ampliación a dos jornadas de esta tradicional actividad, el domingo y el lunes, en el Castillo y el Palacio de los Condes de Santa Ana

  • Manos Unidas derivará los beneficios a la formación del profesorado en 41 escuelas rurales de una zona de extrema pobreza de Etiopía

Reparto del roscón de Reyes de Lucena.

Reparto del roscón de Reyes de Lucena. / M. González

Cada euro que tintinea en las huchas metálicas portadas por los voluntarios favorece la libertad, la autonomía y la estabilidad en Etiopía central. El potencial talento aflorará. Las inconmensurables dimensiones y la solidaridad global identifican al popular Roscón de Reyes de Lucena, una original idea germinada hace dos décadas y que consolida una repercusión extraordinaria.

Las limitaciones sanitarias obligatorias por la expansión incesante de la pandemia han reconfigurado, acotándolo, el desarrollo de esta actividad navideña, tradicionalmente masiva. El reparto del sabroso dulce se ha extendido a dos jornadas –este domingo 3 y el lunes 4- y, en vez de fijar un único emplazamiento –en los últimos años, la plaza de San Miguel-, los organizadores han establecido dos puntos de distribución: el Castillo y el Palacio de los Condes de Santa Ana.

Aparte de las directrices comunes de precaución, como la ubicación de dispensadores de gel desinfectante o la señalización con vallas de un circuito unidireccional de entrada y salida, los tiques canjeables por cada uno de los 2.500 trozos de roscón –con o sin nata- indican un tramo definido por cada hora –entre las 10:00 y las 12:00 y, por la tarde, desde las 16:00 a las 19:00- con el propósito de impedir aglomeraciones, restringiéndose la asistencia, en cada intervalo, a 125 personas.

Tanto los ingredientes como el tamaño sobrepasan, mínimamente, la mitad de las cifras sumadas en año atrás. Panadería Nuestra Señora de Araceli emplea 100 kilogramos de harina, 40 kilogramos de azúcar, 90 docenas de huevos, 30 litros de nata, otros tantos de crema, y 25 kilogramos de fruta escarchada. Cada 60 minutos, ocho largas barras de roscón, flanqueado por caramelos, reemplazan a las anteriores.

Durante dos noches, para servir al día siguiente un producto reciente diez trabajadores elaborarán un roscón, probablemente único en nuestro país, de 400 kilogramos de peso y, en este año, 75 metros de largo. Agustín Graciano, gerente de la confitería, apunta que “en esta ocasión es un poco más laborioso, tiene más trabajo, pero, como siempre, con todas las ganas del mundo, se sacará adelante”.

Coordinándolo desde la delegación de Turismo, el Ayuntamiento siempre confiere a esta propuesta, aparte de un carácter de promoción de la localidad, una indisociable condición benéfica. La concejala del ramo, Teresa Alonso, ha dicho que “las circunstancias nos obligan a celebrarlo de forma diferente, pero no queríamos renunciar a esta actividad”.

En esta edición, la número 19, Manos Unidas es la asociación destinataria de los ingresos netos que reporte esta iniciativa. La delegación local de esta oenegé de la Iglesia Católica volcará el dinero obtenido al proyecto que, en 2021, comparte con otros municipios de la comarca, presupuestado en 68.000 euros, y consistente en la formación y capacitación del profesorado de 41 escuelas de zonas rurales del centro Etopía, uno de los países más pobres de África. El nivel de desnutrición infantil es de los más elevados del planeta y la mitad de sus 77 millones malviven por debajo del umbral de la pobreza.

José Manuel Bujalance, nuevo responsable en Lucena de esta organización humanitaria, explica que la franja central de Etiopía “es una zona muy castigada por la sequía y las hambrunas y sufren muchísimo”. La implicación de hasta 50 voluntarios en este genuino y singular roscón supone el inicio de la campaña 2021 de Manos Unidas. En la anualidad de 2020, Lucena recaudó 25.000 euros para un programa de erradicación de la trata de mujeres en la India.

Como representante de Manos Unidas en el municipio, preconiza una “solidaridad sin fronteras” porque “una oenegé católica es universal”. Los distintos grupos que se implican en esta causa también prestan su tiempo y dedicación, detalla José Manuel Bujalance, con el Comedor Social, Cáritas, el Banco de Alimentos o el Centro de Orientación Familiar San Juan Pablo II. “No somos una célula aislada”, insiste, porque “ayudamos donde haga falta”.

Las temperaturas bajo cero han restado afluencia en las primeras horas del domingo. La generosidad se ha impuesto al apetito porque las papeletas correspondientes a la primera jornada estaban agotadas y numerosos colaboradores, con decenas de vales, solamente canjeaban algunos de ellos.

La contribución empresarial resulta esencial y el cartel anunciador reseña la participación de Cafento, Sillas González, Comercial Albanchez, Mateprim, Peña Amigos de los Magos, Centro Comercial Abierto, Ática, Tu Historia-Fundación de Ciudades Medias del Centro de Andalucía.  

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