Devoción mariana en la dehesa

Los Pedroches

Pozoblanco despide a la Virgen de Luna en la tradicional romería de Llevada, mientras que Villanueva de Córdoba espera su turno para recoger la imagen del santuario de La Jara

La Virgen de Luna durante la romería de Llevada hasta el santuario de La Jara.
La Virgen de Luna durante la romería de Llevada hasta el santuario de La Jara. / Sánchez Ruiz

Reina de la dehesa pedrocheña. La Virgen de Luna, junto a la devoción de toda una comarca, fue la auténtica protagonista de Los Pedroches con la tradicional romería de Llevada desde Pozoblanco hasta la ermita de La Jara. Se cumplía, así, con una costumbre centenaria en la que los vecinos de Pozoblanco despiden a su patrona –permanecía en la localidad desde el pasado mes de febrero–, mientras que los de la vecina Villanueva de Córdoba esperan hoy a su recogida en el santuario. Una tradición que no deja de sorprender a propios y extraños, como es el caso de que los localidades cercanas compartan devoción por una misma virgen, en este caso, la de Luna.

Así, varios miles de vecinos de Pozoblanco acompañaron a la imagen durante los 14 kilómetros de trayecto hasta su santuario en una fantástica jornada de primavera y para la que el Ayuntamiento pozoalbense y la Cofradía de la Virgen de Luna habían reforzado algunos de los servicios para esta celebración, como la Despensa del Camino como un apoyo para el avituallamiento a todas las personas que acompañaron a la patrona durante el regreso, así como la disponibilidad de autobuses hasta el santuario.

Pero antes, el sonido de los disparos de las escopetas de los hermanos de la Virgen de Luna despertaron a todos los vecinos de Pozoblanco por la mañana, que también se encontraron las calles oliendo a pólvora, otra de las tradiciones de la jornada.

Llegada de la cofradía a la ermita de La Jara.
Llegada de la cofradía a la ermita de La Jara. / Sánchez Ruiz

Los integrantes de la Cofradía de la Virgen de Luna, corporación de origen militar y armados mitad monjes, mitad soldados por un día, cumplió de nuevo como cada Domingo de Pentecostés con la tradición de escoltar a la imagen de la Virgen hasta su santuario, tal y como cuenta el responsable de medios de la hermandad pozoalbense, Rafael Sánchez. Otra prueba de que la hermandad mantiene el origen militar, como en los municipios de Alcaracejos y Dos Torres –algo que no es muy habitual–, es la disposición de los cargos: sargento, capitán y alférez.

Pues bien, todos ellos, disfrutaron de una jornada para recordar y también de despedida hacia la patrona. Hay quien fue andando hasta el santuario, pero también hay quien vivió la romería a caballo, dejando estampas coloridas y populares a lo largo de todo el camino.

Tras la llegada de la Virgen al santuario de la Jara, se celebró una misa y, tras ella los hermanos celebraron la más que clásica comida, en la que no faltaron los productos gastronómicos más típicos de la comarca pedrocheña.

Villanueva espera

Y mientras Pozoblanco despide a su patrona, Villanueva de Córdoba la espera con los brazos abiertos y ya cuenta las horas para ello. No en vano, la imagen sólo pasó ayer la noche en el santuario, ya que los jarotes, como cada Lunes de Pentecostés acuden hoy a hasta la ermita para recogerla. Eso sí, antes de su llegada, la localidad ha celebrado a lo largo de este fin de semana la Feria Chica, que comenzó el pasado viernes con el tradicional concierto de la Banda de Música en el Regajito, mientras que ayer tuvo lugar el tradicional Rosario de las Antorchas alrededor de las 21:00.

Pedro Cañuelo es el hermano mayor de la Virgen de Luna en el municipio jarote y destaca que la llegada de la Virgen es “un acontecimiento grande y fundamental para Villanueva de Córdoba”, ya que estará durante los próximos cuatro mees en la parroquia de San Miguel.

Cañuelo descarta que haya rivalidad alguna entre las localidades vecinas, si bien, expone que de los cuatro meses que la Virgen permanece en el santuario de la Jara dos de ellos “esté ornamentada por Pozoblanco y los otros dos por Villanueva de Córdoba”. La Virgen de la Luna data de finales del siglo XIV o principios del siglo XV, según recuerda Cañuelo, aunque la hermandad se fundó un par de siglos después.

Así, la imagen de la Virgen de Luna llegará, si se cumplen las previsiones, hoy al anochecer a Villanueva de Córdoba después de recorrer los diez kilómetros que median entre el santuario de la Jara y el municipio jarote, en la tradicional romería, en la que también está prevista la asistencia de numerosos vecinos.

En la localidad jarota permanecerá hasta mediados del próximo mes de octubre, cuando se celebrará la romería de despedida hasta su santuario, donde la Virgen de Luna permanecerá los meses de invierno, a la espera de que el municipio de Pozoblanco inicie otro año el ciclo de esta devoción itinerante en la comarca de Los Pedroches.

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