El río Bailón, en Zuheros, y el Cuzna, en el norte de la provincia de Córdoba, podrían convertirse en reservas hidrológicas fluviales por su riqueza medioambiental. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha lanzado este martes a consulta pública una propuesta para la declaración de 67 nuevas reservas en todo el país, entre las que se incluyen 26 fluviales y, por primera vez, 19 lacustres y 22 subterráneas. Entre las propuestas, están los dos cauces de la provincia, que juntos sumarían más de 40 kilómetros lineales de espacio protegido.

Según expone el Ministerio, al tratarse de espacios con escasas presiones por parte del ser humano, constituyen un "escenario inmejorable" para evaluar los efectos que el cambio climático está teniendo en los ecosistemas fluviales, lacustres, y aquellos asociados a masas de agua subterránea. Actualmente, el Gobierno trabaja en la implantación de una red de seguimiento del cambio climático en cada uno de los tres tipos de reservas hidrológicas, en las que se llevarán a cabo análisis de gabinete y campo para evaluar los cambios en variables meteorológicas, hidrológicas, hidrogeológicas, morfológicas, o de vegetación de ribera

¿Por qué son tan valiosos estos dos ríos cordobeses? En el caso del Bailón, la propuesta es proteger 7,76 kilómetros entre Zuheros y Cabra. El cauce circula por el Parque Natural de las Sierras Subbéticas y, además, forma parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). El Ministerio destaca que se trata de un "ejemplo representativo" de los ríos mineralizados de baja montaña mediterránea de la cuenca del Guadalquivir.

Unos potros pastan en el meandro del Bailón.

El régimen hidrológico es mediterráneo, por lo que habitualmente presenta un cauce superficial seco, salvo pequeños charcos ligados a surgencias naturales, hasta que llega la época lluviosa. El Bailón se infiltra desde su cabecera, produciéndose un encharcamiento debido a la existencia de una lámina de margas impermeables que mantienen el nivel freático próximo o superior al fondo de la llanura. 

El curso fluvial atraviesa los cerros de la Subbética y conforma un valle confinado en forma de V más o menos cerrada. El resultado es un "impresionante cañón" con paredes verticales entre plataformas calcáreas, donde se originan fenómenos de disolución que originan un paisaje kárstico. La acción erosiva del agua ha ido socavando la roca caliza, cuyos bloques conforman el lecho del torrente, mientras que los flancos evolucionan más lentamente.

Actualmente, el cañón está seco la mayor parte del año, salvo en algunos puntos donde surgencias puntuales procedentes de las interconexiones del cauce permiten el mantenimiento del agua en algunos tramos, donde se desarrolla una mayor vegetación riparia.

Esta presenta "gran diversidad" a lo largo de su curso. En el tramo de cabecera, dominan los herbazales y el pastizal; en el tramo medio, el matorral y una cubierta arbórea de encinar poco denso, acompañado de quejigos; y en las zonas del cauce con fuentes o manantiales aparece el estrato arbóreo ripario, principalmente constituido por fresno, sauce, almez, majuelo e higueras. 

"En definitiva, se considera que el río Bailón mantiene una importante representatividad y un alto gradode naturalidad que otorgan a este curso fluvial de un paisaje de gran belleza y singularidad hidromorfológica que le hacen merecedor de ser declarado como Reserva Natural Fluvial", resume el Ministerio.

El río Cuzna, un paraíso en el norte de Córdoba

Meandro del río Cuzna, en el norte de Córdoba.

En cuanto al río Cuzna, la propuesta pasa por proteger 32,22 kilómetros, que ya se incluyen en la Red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación (ZEC). El Ministerio expone que esta reserva es representativa de los ríos de baja montaña mediterránea perteneciente a la demarcación hidrográfica del Guadalquivir; no presenta presiones significativas, por lo que la alteración de sus procesos naturales "es casi nula", destaca.

El río, afluente del Guadalmellado, que es a su vez afluente del Guadalquivir, se caracteriza por transcurrir por un fondo de valle con llanura de inundación estrecha y discontinua, con algún sector en el que el meandro llega a confinarse; su pendiente media es inferior al 2%.

La vegetación de ribera está dominada por tamujares en la parte de cabecera y a partir del tramo medio por fresnedas. Destaca el Ministerio que "presenta una alta continuidad y un grado de naturalidad muy alto, y entre la vegetación de ribera no se han detectado especies invasoras".

El sistema fluvial constituye un hábitat potencial de múltiples especies que pueden ser "esenciales" para el proceso de diagnóstico del estado de las masas de agua. Es "especialmente valioso" por la rica y variada tipología de peces que alberga, como la colmilleja, la pardilla, el barbo común, la boda del Guadiana, el cacho y el calandino. 

"En definitiva, el tramo considerado del río Cuzna tiene un alto grado de naturalidad, en gran parte a su aislamiento y por la dificultad de acceso. Muestra una importante representatividad que conforma un paisaje fluvial de gran belleza y de singularidad, que le hacen merecedor de ser declarado como Reserva Natural Fluvial", concluye el Ministerio.