El reglamento de producción integrada del ajo tratará de impulsar la calidad
La normativa dispone que se deben desarrollar las prácticas de conservación de suelo para reducir la erosión y el consumo energético de las labores agrícolas


La Consejería de Agricultura ha establecido un Reglamento Específico de Producción Integrada de Ajo, una nueva norma que regula los requisitos tanto del personal como del sistema de producción para la obtención de productos de la máxima calidad respetando el medio ambiente y manteniendo la rentabilidad de las explotaciones, según avanzó ayer la Junta. Esta orden repercutirá especialmente en Córdoba, que es la primera provincia productora, envasadora y exportadora de Andalucía. El cultivo se centra principalmente en la comarca de la Campiña Sur.
El reglamento está destinado tanto a operadores individuales como a las Agrupaciones de Producción Integrada (APIs), cuyo objetivo es obtener productos vegetales de acuerdo con los requisitos de Producción Integrada para su posterior comercialización.
La nueva normativa determina las condiciones de los almacenes de productos fitosanitarios, la revisión y calibración de la maquinaria necesaria para la aplicación de dichos productos o las exigencias en materia de prevención y seguridad laboral. Asimismo, establece las prácticas de fertilización, el manejo de suelo o control integrado de plagas con el objetivo de obtener un cultivo más sostenible. En este sentido, el reglamento dispone que se deben desarrollar las prácticas de conservación de suelo para reducir la erosión y el consumo energético de las labores. Asimismo, las semillas serán certificadas o estándar procedentes de un productor o importador autorizado y no se podrá plantar después del 31 de enero, excepto en aquellas zonas donde la altitud sea superior a los 800 metros. Igualmente, establece que los productores dispondrán de un plan general de abonado, que consiste en detallar las necesidades nutritivas del cultivo en cada parcela agrícola de la explotación con el objetivo de conseguir un uso eficiente de los fertilizantes.
Además, la normativa vela por el mantenimiento de la biodiversidad del agrosistema mediante la conservación de la vegetación natural de lindes, setos, árboles aislados y bordes de montes. Para ello, establece que en el control de plagas se antepondrán los métodos biológicos, biotecnológicos, culturales, físicos y genéticos a los métodos químicos. De esta forma, los agricultores de Producción Integrada se adelantan a la exigencia marcada por la Unión Europea para 2014 de utilización de estas técnicas como requisito indispensable en el uso de los productos fitosanitarios.
Según el Reglamento, la recolección del producto debe realizarse en las mejores condiciones y con el mayor cuidado para evitar lesiones que puedan reducir su calidad o causen infecciones.
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