Más de una decena de sociedades de explotaciones agrarias ubicadas en Jaén consiguieron una modificación normativa y terminó por normalizarse el regadío de las tierras. Es el ejemplo específico esgrimido por la comunidad de regantes Paño Cabezas de la aldea lucentina de Jauja, formada por 240 comuneros, y que solicitan exactamente el mismo cambio legislativo consumado, defienden, en la provincia de Jaén.

La nueva campaña de movilizaciones ha arrancado este viernes en el centro de Sevilla. Desde el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia del Gobierno andaluz, ha caminado Jauja hasta la Plaza de España, donde se localizan las instalaciones principales de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, organismo gubernamental competente en la gestión del agua dentro de la cuenca.

Unas 150 personas, entre ellas, miembros de los cinco grupos políticos de Lucena, el Ayuntamiento de la localidad sevillana de Badolatosa y organizaciones sindicales y agrarias, han reclamado en la capital andaluza el otorgamiento urgente de 0,8 hectómetros cúbicos de recursos hídricos invernales, derivados de la lluvia y no regulados, porque, de lo contrario, este núcleo de unas 1.000 personas padecerá “el abandono de las tierras y al despoblamiento progresivo” de forma inevitable y crónica.

En los últimos siete años, “sólo se ha recogido una cosecha que merezca la pena”, puesto que la deficiencia de agua en las seis campañas restantes ha menguado los rendimientos hasta niveles inferiores al 30%. Los inasumibles costes y los insuficientes frutos ocasionan que “haya agricultores que ya no están labrando”.

El monocultivo del olivar en pendiente incumbe a más de 200 familias en Jauja, la totalidad casi absoluta de los residentes en esta pedanía enclavada entre latitudes cordobesas y sevillanas.

Estos pequeños propietarios, que representan la titularidad de 840 hectáreas, han comprometido una inversión de 7,5 millones de euros, aplicada en la construcción del embalse, que afrontarían, “con mucho sacrificio”, en 20 años.

A la conclusión de la marcha, Eduardo Gómez, presidente de la comunidad de regantes Paño Cabezas, junto con el alcalde pedáneo, Rafael Gómez, y otros miembros de la asociación, han celebrado una reunión con componentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Gómez ha aclarado de que esta convocatoria imprevista no han “salido contentos” debido a que el otorgamiento de aguas “no se contempla en el Plan Hidrológico de la Cuenca”, y “hasta que se modifique”, como pronto, a final de año, mediante una corrección legislativa en el Congreso de los Diputados, “no nos darán nada”. Esta demora, cuando menos, causaría la pérdida de la actual cosecha y, probablemente, del ciclo próximo.

Reunión con el presidente de la CHG el próximo día 13

Los comuneros ya avanzan que protagonizarán una interrupción del tráfico en la carretera Lucena-Puente Genil a final de este mes de julio y también anticipan una “huelga de hambre” en las puertas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

El presidente de la CHG, Joaquín Páez, ha prometido una reunión a varias bandas el próximo día 13. El alcalde de Lucena, Juan Pérez (PSOE), ausente en Sevilla por motivos personales, ha recalcado que “ahora mismo no tienen posibilidad de desarrollar su futuro con expectativas".

El Pleno del Ayuntamiento de Lucena ha aprobado proporcionar asesoramiento técnico y jurídico a la comunidad al objeto de contribuir a agilizar los procesos tendentes a alterar al Plan Hidrológico Nacional. Pérez se inclina tanto por “acelerar” los cambios preceptivos dirigidos a autorizar la captación y almacenamiento del agua como por “arbitrar mecanismos” que posibiliten “acometer las obras de inmediato y no perder un año más”.

Los diferentes grupos políticos de Lucena hablan de “justicia” y niegan la concurrencia de criterios razonables que sustenten el rechazo a la demanda de estos agricultores que soportan, asimismo, una desventaja estructural, por la localización geográfica, ya que las lluvias descargan entre 150 y 200 litros menos que en las localidades del entorno.

El proyecto encargado hace más de tres años por los integrantes de Paño Cabezas acredita que la infraestructura hidráulica planteada nunca afectaría negativamente al cauce y a la biodiversidad del río.