La aplicación del primer tratamiento conocido en España con células madre obtenidas del cordón umbilical que sus padres decidieron conservar tras su nacimiento ha permitido que una niña de cuatro años de edad, Alba R. M., se recupere de un meduloblastoma de grado cuatro, un tumor cerebral tan grave como poco frecuente. La menor, natural de Cádiz aunque residente en Cabra desde que comenzó su particular lucha contra el cáncer, se ha sometido a dos líneas de intervención, la primera de ellas desarrollada en el Hospital Reina Sofía y la segunda y última en las instalaciones sanitarias del Universitario Niño Jesús de Madrid. Fue en este lugar, concretamente en el Servicio de Oncohematología, donde se llevó a cabo el autotrasplante de sangre procedente del cordón umbilical. Según informó a El Día la madre de la menor, el papel del centro cordobés en esta segunda fase también "es fundamental", ya que es en este hospital donde se han hecho los últimos controles de plaquetas.
Aunque Alba R. M. nació totalmente sana, sus padres optaron por contratar los servicios de la empresa Crio-Cord, un banco español de células madre, para conservar el cordón umbilical de su hija y contar con un recurso adicional en el caso de que su hija pudiera caer enferma -un "seguro de vida", en términos de la propia madre-. Según la información aportada por la familia, los primeros síntomas de esta patología aparecieron dos meses antes de que la niña cumpliera dos años, concretamente en septiembre de 2009. La madre se refirió así a los "problemas" que tanto ella como su marido notaron cada vez que la niña se disponía a andar. Sus pasos eran más inestables de lo normal, por lo que decidieron acudir a un especialista. Tras varias visitas al médico sin resultados concluyentes, fue un pediatra de Cabra, Diego de la Cruz, quien aconsejó que la menor se sometiera a un TAC ante la posibilidad de que pudiera padecer un cáncer.
Como puntualizó la madre de Alba R. M., justo al día siguiente de que el doctor De la Cruz les recomendara la realización de un TAC se desplazaron al Reina Sofía para que atendieran a su hija. La madre recordó que aquella visita al centro sanitario de la capital se produjo el 18 de octubre de 2009. Desde entonces, la menor se encuentra inmersa en un tratamiento que ha requerido de la colaboración de los servicios públicos de salud de las comunidades andaluza y madrileña. Todos son halagos por su parte cada vez que analizan el tratamiento recibido tanto en el hospital cordobés como en el madrileño.
A pesar de que fue en el Reina Sofía donde comenzó la curación del meduloblastoma, en el Hospital Universitario del Niño Jesús tuvo lugar la parte más importante del tratamiento. El proceso, según los datos aportados por Crio-Cord a través de un comunicado remitido ayer, comenzó con la extirpación de la mayor parte del tumor, en el cerebro. Alba R. M. se sometió después a quimioterapia para reducir el tamaño del tumor restante y, a continuación, se le aplicó quimioterapia más intensiva para eliminar completamente las células tumorales. Pero en esta última fase, este tratamiento no sólo destruye el tumor sino también el sistema sanguíneo del paciente. Por ello, hubo que recomponer el sistema con células madre.
Aparte de destacar al pediatra de Cabra, la madre de Alba R. M. también se ocupó del relevante papel que jugó el doctor Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología del centro madrileño. Él fue quien procedió al trasplante de las células madre de su cordón umbilical, que previamente habían sido solicitadas por el Hospital Niño Jesús de Madrid a Crio-Cord, quien las hizo llegar desde las instalaciones de Bélgica y Holanda. Tras el trasplante, las células madre migraron hasta la médula ósea, donde se multiplicaron y empezaron a generar glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, iniciando así la regeneración de su sistema sanguíneo. Después, a los 60 días del trasplante, le fueron infundidas nuevas células madre, en esta ocasión provenientes de su sangre periférica, para acelerar el implante plaquetario.
La situación actual, catorce meses después del injerto, es bastante esperanzadora a tenor de los resultados. La niña ha reconstruido completamente su sistema sanguíneo. La madre de Alba R. M. destacó que su hija lleva una vida "prácticamente normal". Se refirió en cualquier caso a los periódicos controles a los que tiene que someterse. Aprovechó para defender un tratamiento que puede "salvar la vida", como ha ocurrido en este caso. Sólo falta esperar, pero la evolución es "positiva" en cualquier caso.
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