El proyecto Citricultura Sostenible en el Valle del Guadalquivir investigará el comportamiento de cuatro hectáreas de terreno citrícola en diferentes condiciones. Se trata de un trabajo que se desarrollará en los próximos dos años gracias al impulso del Grupo Operativo, del que forman parte el Ayuntamiento de Palma del Río, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) y el Grupo de Desarrollo Rural (GDR), además de las asociaciones Palmanaranja y Palma Ecológica. La actuación, valorada en 286.033 euros, se va a presentar a la Consejería de Agricultura en el plazo de un mes para que se apruebe en el marco de los fondos europeos Feader. Éste es el único Grupo Operativo que se ha creado en Andalucía para este ámbito, en el que se busca la innovación e investigación para proporcionar mayor sostenibilidad social, económica y medioambiental.
Esta idea nace a partir de "esa necesidad de mejorar la citricultura", aclaró ayer la técnico y una de las encargadas del proyecto, María Reyes. Con ese objetivo se une tanto la Administración local como la parte técnica -Ifapa y GDR- y el sector. En concreto, este estudio parte de la experiencia y bagaje del Ifapa, de tal manera que esos conocimientos ya adquiridos por esta entidad servirán para extrapolarlos a otros ámbitos. Así, los análisis y recopilación de información se extraerán de cuatro parcelas, cada una con una superficie de una hectárea. Tres de esos terrenos ya están implantados y cultivados con variedades tempranas -Navelina-, de media estación y naranjas tardías -tipo Valencia-. "Vamos a intentar recopilar todos los datos posibles y queremos hacer como una radiografía de esa parcela", indicó Reyes, quien destacó que de lo que se trata es de "tener todos los datos posibles de suelo, como el manejo que se les ha estado haciendo en años anteriores, y conocer todas esas características para luego poder compararlas con el resultado al final del proyecto". Allí se instalarán técnicas que han extraído de los diferentes campos de ensayo, alguna como cubiertas vegetales o hierba que crece entre una línea de cultivo, y otra con la finalidad de prevenir hongos en el tronco del árbol después de caer la lluvia. La técnico detalló también que otro elemento será la instalación de sensores de humedad a diferente altura o mallas para "minimizar el aporte de agua o hacer un uso lo más sostenible posible del agua". En la cuarta parcela, alrededor de 7.500 metros quedarán como ensayo para patrones y variedades citrícolas, mientras que en los 2.500 metros restantes se realizará un cultivo superintensivo. Allí habrá mucha densidad de frutales sembrados con menor separación entre ellos -en un marco de plantación situado entre 3,5 por 1,5 metros-. Al mismo tiempo, se sembrará una producción pensada para su recolección mecanizada.
El alcalde de Palma del Río, José Antonio Ruiz Almenara (PSOE), se mostró confiado en que "se desarrolle un proyecto de perspectiva para el Valle del Guadalquivir" y consideró que la iniciativa "tiene idea de ser un proyecto para la mayoría de los agricultores".
Mientras, la concejala de Desarrollo Económico, Esperanza Caro de la Barrera (PSOE), resaltó el carácter innovador y el objetivo de "investigar y transmitir conocimiento a través de la citricultura". Desde el GDR, su gerente, Jesús Orcaray, catalogó de "base fundamental" esta labor porque "creo que este proyecto puede arrojar bastantes datos".
Mientras, el presidente de Ifapa, Juan Manuel Alfonso, desgranó que al desarrollo de la iniciativa aportarán el bagaje de sus trabajos realizados en el territorio andaluz para "a partir de ahí empezar a organizar el proyecto".
A la presentación del programa también acudió el presidente de la asociación Palma Ecológica, Manuel Morales, quien hizo hincapié en que con esta investigación se abordará "la gestión del agua y los plaguicidas", entre otros aspectos.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios