Los primeros rostros de la crisis del mueble
Villa del Río
Una quincena de empleados de la firma Juraen se concentran cada mañana para pedir cinco meses de salario que les deben
Lejos de la macroeconomía, las estadísticas, los gráficos de barras descendentes y los discursos de preparados economistas, está la gente. La crisis tiene rostros e historias que de momento no son felices. En Villa del Río, la dramática situación que atraviesa el sector del mueble local ofrece sus primeros rostros en forma de familias que llevan cerca de medio año sin cobrar.
La cara de la crisis del mueble villarense la ofrecen los ya ex trabajadores de la empresa Juraen SL, una firma que lleva más de 35 años fabricando sillas y mesas en la localidad. En septiembre del año pasado, los 15 empleados de la empresa recibieron su último sueldo. Y desde entonces, nada, explica uno de los trabajadores, Bartolomé Chamorro. La mayoría de estos empleados son padres de familia, superan los 40 años y en estos cinco meses de impagos han agotado sus escasos ahorros. "Muchos tienen que irse a casa de los suegros para comer, porque ya no tienen dinero", explica Bartolomé Chamorro. "Ahora estamos a la espera de ver si este mes nos podemos enganchar al desempleo", insiste el trabajador, que asegura que de esta forma muchos de sus compañeros van a dejar de pasar tantas fatigas.
Nueve empleados de Juraen decidieron hace unos meses que ya no podían aguantar más y optaron por ir a los tribunales a reclamar su dinero: más de 6.000 euros por cabeza, además de las correspondientes indemnizaciones por despidos improcedentes a razón de 45 días de sueldo por cada año trabajado. Un juez les dio la razón y los dos propietarios de la empresa "se comprometieron a pagarnos en un plazo de 40 días", explica Chamorro, quien asegura que ese intervalo ya ha pasado y que "seguimos sin ver un euro".
Por eso han decidido pasar a la acción. Desde la pasada semana, los ya ex empleados se concentran cada mañana a las puertas de su antigua empresa, donde continúa una escasa actividad y donde según Chamorro se ha contratado a una persona más después de la salida de 15 hombres. Además, al mediodía acuden hasta los domicilios de los dos empresarios a los que acusan de haberles dejado de pagar sin más. Sin embargo, estos empleados admiten que son los únicos que se han atrevido a dar el paso de salir a la calle y de denunciar su situación, pero que la crisis en Villa del Río es mucho más grave de lo que parece.
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