La Navidad no está completa sin un chupito de anís y sin los tradicionales polvorones, mantecados y turrones. La Flor de Rute acaba de abrir en Córdoba capital su primer establecimiento, una fantasía de Willy Wonka donde abundan los roscos de anís, las sultanas de coco y los alfajores artesanos, dulces del terruño para celebrarar las primeras fiestas sin restricciones en varios años.

"Eran muchos los que nos pedían que estuviéramos presentes en la ciudad, y por fin lo hemos hecho", ha celebrado este martes el gerente de la casa ruteña, Juan José Garrido, quien avanza que la previsión es que el local permanezca abierto al menos hasta el mes de enero.

Ubicado en el número 1 del Bulevar Hernán Ruiz, abre de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. En los estantes y mostradores, lucen como joyas en sus envoltorios brillantes la gama completa de la casa cordobesa: hasta 32 especialidades para que todos puedan degustar una Navidad a medida.

"En los años 60 teníamos cinco variedades, y este año son más de 30, incluidas opciones aptas para personas con diabetes y para celíacos", explica Garrido. Para celíacos, La Flor de Rute ofrece cookies de chocolate y bolitas rellenas de crema, y para diabéticos, sultanas de coco, hojaldrinas, roscos de anís y polvorones de almendra.

Y, quienes no sufran ninguna intolerancia, tienen la posiblidad de elegir entre una gama inabarcable que daría para toda la Navidad, sin repetir. Porque, además de las cajas de surtidos, la marca ha introducido producto a granel para que cada familia se monte las fiestas con sus sabores favoritos, invita Garrido a descubrir. La Flor de Rute dispone, además, de tres tipos de turrón: duro, blando y almendra con chocolate. No hay mejor sobremesa posible.