Subbética

Las portadas de la iglesia de San Mateo de Lucena recuperan su esplendor artístico

  • Ana Infante de la Torre ha dirigido los trabajos, prolongados durante un año, que han supuesto un desembolso de 59.000 euros

Portada de San Miguel, ya restaurada, en la iglesia de San Mateo Apóstol de Lucena.

Portada de San Miguel, ya restaurada, en la iglesia de San Mateo Apóstol de Lucena. / M. González

Unos días antes de Semana Santa, en el período final del tiempo de Cuaresma, ha concluido el triple proyecto de recomposición de las tres portadas que estructuran el exterior de la iglesia parroquial de San Mateo Apóstol de Lucena, el templo principal de la localidad.

Hace aproximadamente un año, empezaba un proceso artístico, en un edificio monumental del siglo XVI, y que ha comprendido la eliminación de microorganismos, limpieza general y específica, tratamientos químicos preventivos, el afianzamiento y reimplantación de los volúmenes desintegrados y la protección estética y estructural.

Ana Infante de la Torre, restauradora especializada en materia religiosa, ha dirigido los trabajos que empezaban en la portada de la Virgen con el Niño, continuaban en la fachada principal y han concluido en el lateral de San Miguel Arcángel.

El importe definitivo ha supuesto 59.000 euros. La propia parroquia ha asumido este desembolso, soportado a través de las aportaciones de los feligreses, donaciones particulares, venta de lotería y otras acciones benéficas como el Rastrillo Solidario impulsado por Mujeres en Igualdad.

Relucen, con brillantez y claridad, estos tres elementos arquitectónicos. En el más antiguo, datado en 1544, la intervención ha propiciado la restitución del escudo de la Casa de los Comares, que “antes solo se intuía”, explica el párroco de San Mateo, David Aguilera, así como figuras femeninas y el propio San Miguel Arcángel sobre un demonio, que “estaba muy estropeada”.

La minuciosa y detallista labor de rescatar y restituir fragmentos minúsculos significa el logro primordial para el párroco, también vicario episcopal de la Campiña. La erosión y el deterioro originados por el devenir temporal y los efectos atmosféricos causaron la desaparición del mortero de cal y arena y de las juntas de los sillares. Y algunas actuaciones, “puntuales”, de buena voluntad y controvertido resultado, “estropearon más que ayudaron”. En consecuencia, “todo eso ha habido que adecentarlo, sobre todo salvar los relieves” puesto que “lo que se cae ya no se puede recuperar”.

En la portada de la Virgen con el Niño, asimismo, el principal éxito consiste en la restauración de la imagen mariana, ya que “estaba totalmente desfigurada” y tampoco “se apreciaba bien el dosel calado gótico”. Finalmente, en la portada de San Mateo, atribuida a Hernán Ruiz, “ya son perfectamente reconocibles” las representaciones de San Pablo y San Pedro.

El siguiente propósito de la parroquia radica en renovar el alumbrado artístico interior. La iluminación actual “está muy anticuada y el costo es grandísimo”, además de “perder muchos de los detalles". Una de las vías a explorar, para obtener financiación, apunta a la consecución de una subvención de Endesa.

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