Más de 5.000 personas viven la suelta del toro de cuerda

Más de 5.000 personas llegadas de toda la Subbética y desde diferentes municipios españoles vivieron ayer la segunda cita del año en Carcabuey con el toro de cuerda, un acto que ayer contó con el respaldo de corredores de la localidad gaditana de Grazalema, de Chiva (Valencia) y de Arroyo del Ojanco (Jaén). La fiesta, que empezó a mediodía, se convirtió en una reivindicación de los festivales taurinos tras la prohibición de las corridas en Cataluña y en un ambiente en que muchas voces claman por la clausura de estas celebraciones.

A las 12:00 horas, la Charanga El Chaché y el dulzainero valenciano Marcial Pierres realizaron el protocolario pasacalles previo al chupinazo que anunciará la salida del primero de los toros de la jornada, perteneciente a la ganadería de Carmen Ramírez y Hermanos, de la localidad jinennense de Santisteban del Puerto, que se saldó con cuatro partes de lesiones, entre ellos una puntada en un muslo de escasa gravedad. La fiesta tuvo su continuación a las 13:30 con la suelta de una vaca del hierro cordobés de Eliseo Morán, que dio paso a un almuerzo popular en la céntrica plaza de España.

La programación continuó a las 15:00, cuando se dio la lectura al manifiesto de la Asociación Nacional del Toro de Cuerda en defensa de la fiestas de los toros, recientemente aprobado en el congreso celebrado en Burriana (Castellón), continuando las actividades programadas con una fiesta amenizada por una orquesta.

Seguidamente, a las 18:30, se procedió a la suelta del segundo toro de la jornada, perteneciente en esta ocasión a la ganadería de La Castilleja, de Peñarroya-Pueblonuevo, en el que participaron los 300 corredores llegados de Grazalema con una exhibición. La segunda jornada del Toro de Cuerda de 2010 se completó con la suelta de una nueva vaquilla.

La organización contó con un importante dispositivo de seguridad tanto para los participantes en las sueltas programadas como para el público en general. El despliegue incluyó más de medio centenar de voluntarios pertenecientes a la asociación del Toro de Cuerda de Carcabuey que, coordinados con la Policía Local y la Guardia Civil, se encargaron de la seguridad en el recinto en cumplimiento de la legislación vigente, "velando en todo momento por la integridad de los corredores, espectadores y animales, impidiendo el acceso al recorrido de personas ebrias, menores de edad o incapacitadas", destacó el presidente de la asociación, Francisco Jesús Rueda.