Pedroche revive su historia de "dignidad y valentía" con la representación teatral de 'Asonada'
Los Pedroches
El patio del Convento Concepcionista se convierte por primera vez en escenario de la obra
La representación teatral de Asonada en Pedroche, en imágenes
El pueblo de Pedroche ha vuelto a ser protagonista de su propia historia cuando con “dignidad y valentía” se reunieron en asonada para tomar y destruir su castillo. Rememorando lo que sucediera aquella noche del verano de 1478, los vecinos de Pedroche han vuelto en la noche de este jueves a calzarse las alpargatas para armar la representación popular con la que se rescata parte de su propia historia. Consiguiendo así que los mismos vecinos que participan de la obra sean artífices de que aquel suceso no se pierda en los albores del tiempo.
El estreno del teatro popular Asonada, con funciones también este viernes y el sábado, cuenta cómo los vecinos de Pedroche decidieron destruir el castillo, motivo de litigio permanente entre Gonzalo Mejía, señor de Santa Eufemia, y Alonso de Aguilar, señor de Córdoba, quienes de manera abusiva tomaban el castillo y el poder sobre el pueblo.
Hartos de tantos desmanes, una delegación de vecinos encabezada por el escribano Simón Pérez y el jurado Pedro Ruiz piden audiencia, primero al rey Fernando, que los conmina a plantear la situación a su esposa, Isabel La Católica, para que intervenga en la contienda.
Sin embargo, la decisión salomónica adoptada por la Reina no es del agrado y convencimiento de los vecinos, quienes deciden acabar con el objeto del litigio y convertirse en pueblo soberano. Así, la noche de la asonada, reunión tumultuosa y violenta, acaba con la toma y destrucción del castillo de Pedroche.
El cambio de escenario, gran novedad
Esta tercera edición de la representación popular Asonada ha contado con variadas novedades con objeto de “abrirla al público y hacerla más vistosa”, según explicaba el alcalde de Pedroche, Juan Ignacio Romero, en la noche del ensayo general. La primera y más destacable novedad ha sido el cambio de escenario. Si bien las dos primeras ediciones se realizaron a los pies de la torre parroquial de El Salvador y la ermita de Santa María del Castillo, en esta ocasión se ha representado en el patio del Convento Concepcionista, recientemente donado por el Obispado al Ayuntamiento.
Este cambio permite no solo ampliar notablemente el aforo del público, que en los tres días de representación y con las entradas previamente agotadas, llegará a contabilizarse en 1.800 espectadores. También otorga a las escenas, especialmente las protagonizadas por el pueblo, mayor protagonismo y dotarlas de una sugerente ambientación, con la Torre de Pedroche como emblema y testigo al fondo del escenario. Pierde, sin embargo, la calidad del videomapping que se proyectaba sobre las piedras de la torre y daban más realismo a la caída del castillo.
Pero al ganar espacio extra se ha podido incluir una escena nueva en la obra original de Carlos Boves y bajo la dirección de Emilio Escribano, en la que el rey Fernando recibe cerca de la Bienvenida a una representación de vecinos que plantean sus quejas.
Los alcaldes actuales, en el Concejo de las Siete Villas
La noche de estreno tuvo un atractivo novedoso, que fue la presencia de siete de los actuales alcaldes de Los Pedroches en representación de las Siete Villas cuando se reúnen en el Concejo en la ermita de Piedrasantas. Así, los alcaldes Juan Ignacio Romero de Pedroche, Bartolomé Madrid de Añora, Manuel Torres de Dos Torres, Francisco Castillo de Torrecampo, Isaac Reyes de Villanueva de Córdoba, José Luis Romero de Alcaracejos y Santiago Cabello de Pozoblanco, montados en las tradicionales yuntas de jamugas, entraron en escena para representar al Concejo de las Siete Villas en la discusión sobre el devenir del Castillo de Pedroche.
Pero la atención estuvo en todo momento en los actores que representaron las voces que dieron vida a esta historia, algunos con más tablas que otros, pero en todos ellos quedaba muestra del empeño e ilusión por representar con el mayor de los cariños esta joya popular. No faltaron las escenas cotidianas del pueblo, con el requiebro de los novios, los bailes y danzas para anunciar una boda, los cantares de pueblo con voz y música en directo, los bailes de niños y las reuniones en la plaza para discutir sobre su soberanía y los abusos que sufrían por parte de los señores.
Con el trasfondo de un escenario claramente dividido para albergar las estancias del señor de Córdoba y el señor de Santa Eufemia, en una de cuyas escenas hizo aparición un lobo del domador Paco Martos, para dar más tenebrosidad a la estancia, dando protagonismo al Concejo de las Siete Villas y a la corte de la reina Isabel La Católica. Es precisamente en la corte donde se cierra la obra, con la novedad de que en esta edición la sentencia que la regente impone al pueblo de Pedroche por su temeridad de contrariar su orden queda compartida con la presencia del rey Fernando, uno de los papeles principales que se han incorporado a la obra.
La apuesta decidida por salvaguardar esta representación popular que tan buena acogida ha tenido en las anteriores ediciones está en la programación de actividades previas y paralelas en los días de representación. Así, la Plaza de las Siete Villas y el entorno del Convento Concepcionista están acogiendo en estos días un mercado medieval, pasacalles con animación medieval, teatro infantil, espectáculo de magia, malabares y fuego que completan la representación y persiguen animar al público que acude al teatro.
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