La patronal dice que la UCO no prepara a sus alumnos para el mundo laboral
LUCENA
Los responsables de las firmas del frío, el mueble y las energías renovables coinciden en que "se deben firmar convenios" para que los jóvenes realicen prácticas en las empresas de su provincia
Los responsables de los tres sectores empresariales más relevantes de Lucena, (madera, frío y energías alternativas) tienen una opinión común: los alumnos universitarios, al terminar su formación académica, carecen de experiencia profesional, algo básico para un titulado, sobre todo desde la institución académica en Córdoba. En los últimos años, las universidades españolas han ido ampliando su oferta educativa con prácticas obligatorias para sus alumnos, sobre todo en el ámbito privado. Aún así, no sucede lo mismo en la universidad pública, ya que, en muchos casos, no es obligatorio obtener un número determinado de prácticas laborales para tener acceso a una titulación oficial.
El responsable de Infrico, José Torres, señaló en referencia a la Universidad de Córdoba (UCO), que "existe una carencia en sus alumnos de conocimientos prácticos de la materia". Torres considera que "deberían trabajar más desde la universidad de la provincia por realizar convenios con las empresas cordobesas para que sus alumnos realicen las prácticas". En este sentido, la adjunta de dirección de la empresa Jiménez Viso, Gema Burgos, manifestó que "no es fácil contactar con la Universidad de Córdoba para buscar titulados a la hora de contratar a personal". Burgos señaló que "es vital la experiencia profesional y nosotros preferimos un buen titulado de la provincia, antes que alguien de fuera, pero la experiencia laboral de los cordobeses es inferior".
Las empresas lucentinas, con el tiempo, han ido adaptando su plantilla de personal a las exigencias del mercado, por lo que cada vez es mayor el número de titulados que se pueden encontrar en las fábricas del municipio. En el caso de Infrico, empresa con más de 30 años de experiencia en el sector del frío industrial y puntera actualmente a ámbito nacional, todos los responsables de los departamentos son titulados universitarios, mientras que a la mayor parte de los trabajadores de producción, "se les exige una mínima formación académica y experiencia profesional", según Torres. Por su parte, en una de las firmas lucentinas más destacadas de la madera y el mueble, Jiménez Viso, "los 210 empleados de producción no tienen titulación académica, aunque hasta completar los 250 trabajadores cuenta con peritos, técnicos y personal cualificado". En el caso de Energy Panel, empresa que nació ya en el siglo XXI y que se encarga del desarrollo de productos que fomentan el uso de las energías renovables, "la formación de nuestros empleados es esencial, ya que necesitamos ingenieros para el desarrollo de nuestras ideas", en palabras de la subdirectora de la firma, Concepción Marín. En referencia a los proyectos de investigación de las firmas de la localidad lucentina, responsables de los tres sectores están de acuerdo en que es "necesario tener una buena relación con las universidades con objeto de desarrollar planes de investigación que ayuden a ir adaptando los productos al medio ambiente y a las nuevas tecnologías", dos puntos clave en la innovación de las mismas. A pesar de la carencia que observan por parte la universidad cordobesa, entes como el Consorcio Escuela de la Madera de la Junta de Andalucía (Cemer), el Centro Tecnológico de la Madera y el Mueble de Andalucía (Citma) o la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), sí apoyan y facilitan el trabajo a estas firmas, destacadas no solamente a nivel local o provincial, sino nacional e incluso, en algunos casos, internacional, según argumentan los empresarios.
Sin embargo, en los últimos meses el desempleo está castigando de forma importante a las fábricas lucentinas, que no dejan de enviar trabajadores a las listas del paro. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Empleo (INEM), en Lucena hay ya 3.607 personas sin trabajo, cuando esta cifra era hace un año de 2.154 vecinos. Es decir, en sólo 12 meses, el número de parados en la capital de la Subbética y en la segunda ciudad más importante de Córdoba ha sufrido un incremento del 67%, una cifra que es verdaderamente mareante.
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