Esteban Morales. Alcalde de Puente Genil

"La paciencia que tenemos con la Autovía del Olivar llega a su límite"

  • El regidor con más respaldo de la provincia afronta su segundo mandato con autocrítica: "Es muy fácil gobernar para el que está bien, pero complicado echar una mano a quienes están mal".

El regidor de Puente Genil, el socialista Esteban Morales, se convirtió en las últimas elecciones municipales en el más respaldado de toda la provincia con 8.005 sufragios y 14 de los 21 concejales del pleno. Con una amplia trayectoria política que incluye cargos de responsabilidad en la Junta de Andalucía -fue delegado de Justicia- y la Diputación de Córdoba, afronta su segundo mandato en solitario en Puente Genil.

-¿Qué balance hace de estos poco más de tres meses al frente de la Alcaldía?

-No es lo mismo llegar por primera vez a la Alcaldía que continuar con un proyecto que ya tiene un recorrido de cuatro años. En estos primeros meses, hemos podido efectuar la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) al que nos habíamos comprometido y hemos caminado los primeros pasos en el barrio de Miragenil para abrir un vial que dé habitabilidad a la calle Nueva, que es una reivindicación de muchos años de los vecinos de la zona. Y, sobre todo, hemos impulsado el proceso participativo que será clave para diseñar la estrategia de la ciudad para los próximos años y recabar fondos europeos. Todo esto nos va a permitir que en el año 2016, con un presupuesto más cómodo, empecemos a poner piedras.

-¿Cuáles son sus objetivos para los próximos años?

-Tenemos la necesidad de un equipamiento deportivo de mejor nivel, pues el deporte está muy presente en el municipio, incluso en modalidades que puedan parecer peregrinas. El barrio de Miragenil también va a tener bastante protagonismo con el vial que queremos abrir y nuevos paseos mirando al río; esta zona tiene que recuperar el protagonismo que tuvo hace 60 años, cuando era el polígono industrial de la ciudad. Y tampoco vamos a olvidarnos del patrimonio. Acabamos de presentar un congreso internacional de modelos de gestión, con Fuente-Álamo como referente. Queremos que Puente Genil, aparte de la importancia que tiene en los sectores agroalimentario y de la iluminación artística, se vuelque hacia la cultura.

-¿Qué plazos baraja para el nuevo pabellón polideportivo?

-El plazo de dos años no podemos adelantarlo. Hay que hacer la redacción del proyecto, su licitación y su ejecución, así que la culminación se nos puede ir a 2017. Se trata de un proyecto que rondará los dos millones de euros, aunque dependerá de las ayudas que podamos recibir. Estamos seguros de que en ese tiempo disfrutaremos de nuestro equipo de balonmano en Asobal. 2017, además, será el año en que empiecen a aflorar determinadas inversiones, pues 2016 será de transición, un ejercicio en el que trabajaremos para conseguir los recursos para financiar los proyectos y poner las primeras piedras.

-El plan del río es también un proyecto ambicioso en el que, hasta el momento, no han tenido el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG)...

-El río es un proyecto estratégico para la ciudad. Somos un pueblo paciente y confiamos en que, a pesar de que no hemos tenido ningún apoyo en el desarrollo de esos paseos, la CHG mire hacia un río que es de su competencia. La Confederación tenía proyectos presupuestados y cerrados que no se han ejecutado. Quizás el cambio político que se avecina colabore en que esas iniciativas lleguen a su fin.

-¿Pueden entender los ciudadanos que grandes proyectos dependan de que haya un gobierno de uno u otro signo político?

-Supongo que no lo entienden; yo yo tampoco lo comparto. Las instituciones debemos trabajar en una misma dirección cuando el proyecto es bueno para la ciudadanía en general. Me he quejado de un excesivo olvido por parte de la CHG en este tiempo; no olvidemos que ni siquiera la obra que han ejecutado para defendernos de las crecidas del río ha sido inaugurada por el presidente del organismo. Y han sido más de diez millones de euros. Habrá entendido que Puente Genil le pilla excesivamente lejos todavía a pesar de que tenemos AVE.

-Comentaba que en Puente Genil se han acostumbrado a ser pacientes. ¿También con la Junta de Andalucía? La Autovía del Sur lleva años en espera.

-Aún no vamos a ver el inicio de las obras en el tramo Estepa-Lucena. Hemos pedido que la Junta acepte que en cuanto inicie un nuevo tramo sea prioritario el del Sur de la provincia de Córdoba. Comprendo que la Junta intente recomponer las obras que había suspendido por falta de presupuesto, pero en cuanto esa gestión la termine vamos a pedir que ejecute estos tramos.

-¿Qué plazo vería razonable?

-Confío en que se incluyan partidas en los próximos presupuestos y en 2018. La paciencia llega a su límite.

-También ha sido muy paciente con la reforma del centro de salud, que por fin está terminando la Junta. ¿Culminan aquí las reivindicaciones en materia sanitaria del municipio?

-Las obras han tenido demasiadas vicisitudes, que las han sufrido los ciudadanos y los profesionales. La mayor reivindicación que podemos pedir en materia sanitaria es mantener los servicios que ya tenemos, tanto el centro hospitalario de alta resolución (Chare) como el centro de salud. Que estemos como estamos y no empeoremos, habida cuenta de la situación económica que atravesamos, ya es un esfuerzo.

-Visto con perspectiva, ¿a qué vincula los excelentes resultados que obtuvo en las elecciones?

-Afortunadamente, los ciudadanos han visto que no es sólo necesario inaugurar grandes infraestructuras, sino que fundamentalmente quieren que se les resuelvan pequeños problemas, y ahí hemos estado. Los hemos acompañado, hemos puesto cariño con lo que han organizado. Y esa cercanía la han valorado, afortunadamente para el PSOE.

-Asegura el Gobierno que la crisis se está superando. ¿Lo nota en la vida de los vecinos?

-No, no... Hay un escalón insalvable por parte de aquellos que han perdido su empleo, y nos encontramos con situaciones dramática que una administración local se ve incapaz de resolver. Pedimos una confluencia de esfuerzos por parte de todas las administraciones, desde la Junta al Gobierno central, para dar respuesta a quienes peor lo están pasando.

-¿Están haciendo las administraciones lo suficiente para ayudar a estas personas?

-No. Es verdad que en la política se trabaja en dos direcciones. Hay gente que te da la palmaditas en la espalda porque ha mejorado, pero a veces nos olvidamos de quienes nos critican y nos abuchean. Y lo hacen porque no les damos respuesta a sus problemas. La legitimidad de su queja nos debería de pegar un pellizco y que miremos para ellos. Es muy sencillo gobernar para el que está bien, pero es complicado echar una mano a quienes están mal. La oferta solidaria con los refugiados sirios, por ejemplo, nos debería hacer reflexionar por qué no lo hacemos también con nuestros refugiados sociales y que todos los ciudadanos vayamos de la mano para resolver este grandísimo problema.

-Dos de sus banderas son el gobierno abierto y la participación ciudadana. ¿Qué aporta todo esto a la gestión municipal?

-A veces nos podemos creer unos visionarios, pero si vamos en la dirección contraria de lo que dice la ciudadanía no sirve para nada. Debemos de sentarnos más con la gente para conocer sus inquietudes y hacerlas nuestras. La institución local permite que esa cercanía se pueda llevar a la acción política, ya sea digital o analógica. El gobierno abierto ya no es un gobierno pionero, sino un gobierno necesario. Tenemos ejemplos como la Mesa de la Juventud, que se ha convertido en un referente. No tiene sentido que no escuchemos a la ciudadanía.

-Comentaba la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en una visita reciente a Puente Genil que era uno de sus alcaldes de referencia, con quien consulta los asuntos municipales. ¿Qué tipo de relación mantienen?

-La presidenta tiene una vocación de política municipal y ha querido trasladar esa visión a la Junta de Andalucía. En su ejecutiva, de la que formo parte, estamos varios alcaldes que podemos transmitir esa cercanía y la preocupación de los ciudadanos. En asuntos de empleo, los planes de la Junta han sido una herramienta fundamental para ayudar a la gente que no ha recibido un jornal en tres o cuatro años. De esas cuestiones hemos hablado en muchas ocasiones. Ella nos traslada una visión de estrategia de la región en la que los ayuntamientos tenemos que ser protagonistas. Susana Díaz tiene una capacidad de liderarnos que no han tenido otros presidentes.

-¿Y alguna vez le ha reprochado alguna decisión a la presidenta?

-Más que reprochar, hemos lamentado juntos que sigamos hablando de la frustración que provoca la corrupción y que se pretenda vincular al gobierno saliente con el pasado. Eso sigue contaminando la credibilidad de todos los andaluces y afecta a todas las instancias. Parece que todos somos malos gestores o tramposos, con ciudadanos y empresarios también tramposos. Cómo romper con eso lo lamentamos todos.

-¿Qué herencia va a dejar Juan Pablo Durán en el PSOE de Córdoba?

-A los políticos se nos mide por los resultados electorales. Y el secretario provincial, si se va al final, los últimos resultados de las municipales y las autonómicas lo avalan. Estamos gobernando por primera vez en Córdoba capital y hemos recuperado muchos municipios. Alguna responsabilidad tendrá que tener el secreario provincial, porque cuando perdemos también se la buscamos. En ese sentido, él debe apropiarse de ese triunfo y de que no haya ruidos en el PSOE. En otros tiempos, la avenida del Aeropuerto era una caja de ruido y ahora estamos suficientemente tranquilos como para abordar las elecciones generales y los próximos congresos.

-Su nombre aparece en todas las quinielas del PSOE. Se habló de usted para presidir la Diputación. ¿Se va a postular para algún cargo orgánico en el partido?

-Los proyectos, más que de personas, dependen de equipos. Y el PSOE debe estar liderado por un conjunto de personas. Sí quiero estar en el conjunto del proyecto, pero no soy de buscar cabezas o liderazgos de postureo. Quiero trabajar para que Córdoba y su provincia tengan mejores oportunidades.

-Ha estado al frente de la Delegación de Justicia y también ha tenido responsabilidades en la Diputación. ¿Qué ha sido lo más gratificante en este tiempo?

-Sin duda, el Ayuntamiento. Quizás no inaugures todos los días un pabellón, pero arreglar el bache que le molesta a un vecino, cuando te lo agradece, es muy gratificante. La institución más cómoda ha sido la Diputación; allí he podido tener un aprendizaje político muy importante. Y en la Delegación de Justicia se conoce en profundidad la planificación de una comunidad autónoma tan compleja y tan grande como es Andalucía. La Justicia sigue siendo una hermanita pobre en comparación con el resto de consejerías.

-Ahora que se habla tanto de regeneración política y de cambio generacional, ¿cuál es el tiempo que considera adecuado para un cargo público?

-Los ciudadanos tienen mucho que decir en eso, y las elecciones suelen marcar los tiempos. Cuando uno pone la foto de su familia en el despacho donde ocupa un puesto, quizás sea el momento en que haya que plantear irse. Si uno hace propio el sillón que ocupa, al final eso desvirtúa el valor de la representatividad que tenemos. Ocho años es un tiempo prudente como para pensar en mudarse.

-¿Mudarse a otra institución?

-La carrera política no debería contemplarse como algo en sí mismo negativo. Representamos la democracia y a la ciudadanía, y tenemos que sentirnos honrados de que nos voten. Pero uno no puede ser alcalde o diputado toda la vida. Hay que aprovechar la experiencia y permitir que nuevas caras entren en la política, y por eso necesariamente hay que sentarse en el banquillo. Todos tenemos un tiempo. Ahora bien, marcar tiempos y abandonar la política de forma prematura como algunos partidos exigen puede ser perder un activo. Podemos acabar con que tengamos sólo novatos, y eso tampoco sería positivo.

-Habla de ocho años. ¿Quiere esto decir que en este mandato daría por finalizado su proyecto en Puente Genil?

-Ocho años es un tiempo para hacerse esta pregunta. Si debo de estar más tiempo, si por el bien del partido debo hacer otro esfuerzo o plantearme otro reto político o profesional... Empiezo a tener una edad en que debo hacer esa revisión. Si la política me va a ocupar el resto de mi vida o debo ocuparme de otros asuntos.

-¿Se dejan muchas cosas atrás en la política?

-Tu profesión habitual, a la familia desde el primer día, a los amigos los ves cada vez menos... Llega un momento en que uno reflexiona sobre qué busca realmente. Soy un arquitecto frustrado y la política me permite construir cosas.

-¿Y se hacen amigos en la política?

-Sí, claro que sí. Se hacen amigos, aunque también se pierden. Lo importante es crear nuevos lazos y, en este sentido, los malos momentos unen.

-¿Algún pronóstico para las elecciones generales?

-Parece que los ciudadanos no terminan de decidirse, según dicen las encuestas. Confío en que el PSOE tenga más apoyo que el PP para así tener la responsabildiad de construir un gobierno. Es indudable que el Congreso estará muy fragmentado por la llegada con fuerza de nuevas formaciones emergentes y las propuestas deberán ser compartidas. Va a ser un ejercicio desconocido en la política y exigirá que quienes asuman esas responsabilidades sean grandes políticos.

-¿Apostaría por un pacto entre PSOE y Ciudadanos o entre PSOE y Podemos?

-El pacto que queremos hacer es el del PSOE con la ciudadanía.

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