El edificio del Ayuntamiento de Montoro no ha sido nunca propiedad de la Casa de Alba, tal y como se creía. Así se pone de manifiesto en una serie de documentos inéditos donde se reflejan cuentas, gastos y tareas empleadas en la reconstrucción del citado inmueble.

Este edificio, cuya propiedad y origen se ha atribuido a la Casa de Alba en multitud de panfletos, libros y redes sociales, fue puesto en estudio en 2008 por el cronista oficial de Montoro, José Ortiz García, que ya defendió que este monumento no provenía de la casa nobiliaria de Alba, sino que por el contrario fue construido por y para el pueblo de Montoro.

Años después, el Archivo Municipal de Montoro ha hablado y lo ha dejado claro. Entre sus múltiples legajos centenarios existe una partida que trata sobre una ingente obra efectuada entre 1701-1702 que remodeló la fachada y parte de los tejados del inmueble, como consecuencia del desplome de la cubierta sobre el suelo del edificio.

Según el cronista oficial de este municipio del Alto Guadalquivir, "de siempre se ha indicado que este edificio ha sido de la Casa de Alba, quizá por que éstos adquirieron la propiedad de la jurisdicción de Montoro en el siglo XVII. Pasado el tiempo, los montoreños olvidaron su historia y creyeron que una construcción de estas características sólo se pudo costear de mano de una clase pudiente, quedando desvirtuado el origen de la obra. No obstante, fábricas como Puente Mayor, Casa de los Palcos o Fuente de la Oliva fueron también abordadas por el Ayuntamiento, lo que me dio que pensar que porqué el ayuntamiento debía ser diferente".

Según se recoge en los archivos, "en un sencillo legajo cosido con algunos documentos más sobre cosas tocantes al bien común, los capitulares encargaron para dotar de majestuosidad al edificio una balconada corrida de bronce que se labró en la Montoro, se remató con unas bolas de bronce provenientes de Madrid".

Las escaleras, continúan, "se hicieron de piedra local así como las columnas que flanquean la puerta de acceso con ciertos tintes renacentistas tardíos". También llama la atención que hasta el siglo XVII el Ayuntamiento de Montoro careció de sobreplanta, siendo a partir de este momento cuando debemos de hablar de la construcción del actual Salón de Plenos, usado en la fecha de construcción para la talla de soldados y milicianos.

Algunos elementos como la veleta de forja (1585), que aún corona esta magnífica obra civil, fue reutilizada en dicha remodelación, así como las grandes vigas de la sala de acceso, propias todas ellas del siglo XVI.

También ha sido significativa la aportación sobre canteras de piedra molinaza hoy desaparecidas como las llamadas del Jarrón, Atalayuelas, Juradico y Olivo Gordo.

En cuanto a los techos del Ayuntamiento en forma de artesonado parece que éste se realizó por un carpintero local llamado  Francisco Sánchez, mientras que el otro artesonado de la sala de la actual alcaldía, posiblemente fuera anterior y procedente de una capilla anexa al ayuntamiento que servía de auxilio espiritual a los presos.