La olivarera de Guadalupe estará fuera del casco urbano en dos años

La primera fase de las obras de construcción de la nueva sede de la Cooperativa olivarera Nuestra Señora de Guadalupe de Baena ya ha comenzado. El vicepresidente de la entidad, Javier Alcalá, explicó ayer que "ya se han iniciado los primeros movimientos de tierras para la nivelación del terreno y la apertura de zanjas" y adelantó que "esperamos completar el traslado [fuera del casco urbano] en el plazo de un año y medio o dos años".

A partir de este momento hay que desmontar las tierras y rellenar las zonas más bajas, "ya que el terreno es un poco irregular" y a continuación se empezará la construcción de la sede de la cooperativa en varios cuerpos. Los suelos están situados en la carretera en dirección a la pedanía baenense de Albendín, justo en frente de las alpechineras que tienen allí las cooperativas y en la zona conocida como El Portichuelo "y se trata de 13,5 fanegas de tierra".

La parcela a ocupar se encuentra a una distancia de 1.925 metros del casco urbano con una superficie total de 85.564 metros cuadrados y un trazado de 1.746 metros lineales de viario. En diferentes ocasiones, la cooperativa ha justificado el traslado de sus instalaciones -actualmente ubicadas en la calle Rafael Onieva- "en la mejora del proceso de producción y comercialización del aceite de oliva de un importante número de productores de varios municipios de la comarca y en la necesidad de ubicarla en las proximidades de las balsas de gestión de efluentes y la depuradora de alpechín con la que cuenta la cooperativa".

Asimismo, el presidente de la entidad, Pedro Bellón, ha confirmado en varias ocasiones que "dada la vinculación de la almazara con la primera transformación de productos agrarios y el carácter molesto de la actividad en la actualidad en el casco urbano justifican por si solos la implantación de la olivarera en otra zona".

Precisamente, la situación en pleno casco urbano es uno de los motivos que ha llevado a la sociedad a decidir su traslado, pues la almazara está rodeada de viviendas, con los problemas que pueden generarse en la población o con las dificultades que se producen en plena campaña de recolección cuando decenas los tractores o vehículos hacen cola para descargar la aceituna.

Respecto a la inversión de esta importante obra, el presidente se ha mostrado siempre reacio a dar una cifra, si bien ha comentado que espera sufragar el montante económico necesario para afrontar las actuaciones con la venta del solar que ocupan las instalaciones actuales y las ayudas previstas por su traslado fuera del casco urbano.

Las nuevas instalaciones contarán ya con las más modernas tecnologías de molturación de la aceituna y de almacenamiento del aceite de oliva. Si en la actualidad cuenta con una capacidad de almacenamiento de 4,5 millones de kilos de aceite, en el nuevo centro agroindustrial prevé, al menos, unos cinco millones. El pasado enero, la junta de gobierno municipal aprobó el proyecto de actuación presentado por la olivarera para el traslado de sus instalaciones a los terrenos adquiridos en el paraje de El Portichuelo. La zona de El Portichuelo estaba catalogada como no urbanizable en el PGOU y era necesario este trámite municipal para cambiar su calificación de modo que el proyecto se ajustara a la normativa.