El cambio de planes de última hora sigue siendo el protagonista de esta Navidad. Ya lo fue en Nochebuena y así continuará para final de año. En el caso de los alojamientos y casas rurales en la provincia de Córdoba, donde se auguraba una ocupación casi al completo para despedir 2021 y darle la bienvenida al 2022 -alrededor de un 95%- las reservas se han caído hasta mantenerse en torno al 65% o 70% "en cuestión de solo dos semanas", según los datos que aporta el vocal de alojamientos rurales de Emcotur, Francisco Linares.

Pero además, según confirma Linares a el Día, todo hace indicar que la tasa de cancelaciones, que ahora se sitúa entre un 25% y un 30%, podría seguir aumentando hasta el mismo viernes 31 de diciembre. En lo que respecta a comparaciones con el ejercicio pasado en las fiestas navideñas, "este año está siendo peor porque la situación está más descontrolada", confirma el vocal de Emcotur, a pesar de las restricciones que hubo en 2020 con el límite de aforo en reuniones. 

El motivo principal por el que se están produciendo las anulaciones es, "otra vez, el miedo", afirma Linares, que se muestra preocupado por la "psicosis" que está generando en la población la sexta ola de contagios comandada por la variante ómicron y que está "volviendo a paralizar toda la actividad económica". 

Linares deja claro que la opción de alquilar casas rurales "es segura" porque se están cumpliendo con todos los protocolos de sanidad y desinfección que exigen las autoridades. Estas medidas van desde "tomar la temperatura a los huéspedes, limpieza del hogar y desinfección de accesorios de baño, presencia de gel hidroalcohólico y, en algunos casos, hasta desinfectar la suela de los zapatos cuando se llega al lugar", reconoce el dirigente. El pasaporte covid, recién implantado en los bares, restaurantes y locales de ocio nocturno. "No es una obligación" en el sector de la hospedería, pero aún así "hay gente que lo enseña previamente", anota.

Además, el perfil más habitual de los clientes para celebrar estas fechas suelen ser "familias responsables" que no superan una gran cantidad de núcleos familiares distintos, a diferencia de las reuniones de amigos en las que sí existe más riesgo de contagio "porque cada uno pertenece a un núcleo diferente", y donde se realizan "fiestas más parecidas a una discoteca". Este tipo de casos, no supone más que "una minoría de las reservas, aunque mucha gente crea lo contrario", señala Linares.

Las reservas para alquilar un alojamiento rural en el mes de diciembre comenzaron "el pasado mes de agosto", según apunta el portavoz de la asociación de empresarios turísticos de la provincia. Y es que con la pandemia "hemos tenido tiempo para posicionar bien a nuestra provincia en este sector", afirma un Linares que se muestra satisfecho con los resultados de ocupación que se han registrado durante los dos últimos veranos.

Históricamente, la zona que ha tenido más demanda siempre ha sido la Subbética, pero ahora las comarcas del norte de la provincia, como el Valle del Guadiato, Valle de Los Pedroches o el Alto Guadalquivir, "están teniendo un momento muy bueno con ocupaciones muy elevadas".

Si bien los reservas previstas para el puente de la Inmaculada no se vieron afectadas, las cancelaciones han ido llegando de la mano de la explosión en el número de contagios que se viene experimentando de forma exponencial desde entonces. No en vano, ayer el número de contagios registrados en Córdoba superó de nuevo los 2.000.

Ese es el caso de La Era Casa Rural, ubicada en Rute. Elisabeth Valverde es la encargada de gestionar el inmueble y confirma que la anulación de la reserva que le habían hecho para Nochebuena le llegó un día antes, el 23 de diciembre y que la reserva que tenían para Nochevieja, un grupo de ingleses que venían de Portugal, también ha sido cancelada porque se han tenido que quedar en el país vecino. Ahora, ha vuelto a alquilar la casa a otra familia para pasar fin de año, pero guarda incertidumbre sobre otra posible cancelación de última hora.

Previsiones para 2022

Es difícil dibujar un mapa de previsiones de lo que deparará el 2022 a este sector, pero de momento "ya han comenzado las primeras reservas para Semana Santa", confirma a este periódico Francisco Linares, por lo que "no está nada mal".

Aún así queda la incertidumbre de que se repitan situaciones como la actual, pero lo positivo para el cliente es que el turismo rural ofrece las "ventajas de la cercanía y la confianza" entre las dos partes, explica Linares. 

En casos de fuerza mayor, por ejemplo restricciones de movilidad o de aforo, el importe abonado se debería devolver íntegramente, pero para el resto de casos no existe una política de cancelación común, sino que "cada propietario establece sus cláusulas" con el cliente, concluye Linares.