Una mujer muere arrastrada por la riada tras caer 80 litros en una hora

Hallan a la víctima, de 80 años, a 200 metros de su vivienda en Cañete de las Torres tras algo más de una hora de búsqueda · Decenas de casas se ven afectadas y la Junta decreta el nivel 2 de alerta

Unos vecinos achican agua en Cañete de las Torres.
Unos vecinos achican agua en Cañete de las Torres.
Rafael C. Mendoza

19 de mayo 2011 - 05:01

La intensa tormenta que se registró ayer en diversos puntos de la provincia de Córdoba resultó especialmente virulenta en los municipios de Villa del Río y Cañete de las Torres, si bien fue esta localidad donde se vivió el episodio más trágico. Aparte de ocasionar una infinidad de daños materiales de diversa consideración tanto en viviendas como comercios y plazas de garaje, esta tromba de agua se cobró una vida, la de una mujer de 80 años de edad a la que arrastró una riada que se produjo tras el desbordamiento del arroyo Cañetejo. La desgracia pudo ser todavía mayor, pero los Bomberos que llegaron procedentes de Montoro y la Policía Local cañetera rescataron con vida a una niña de cinco años y al propio marido de la fallecida, que quedó atrapado en una cosechadora que había a escasos metros de su casa. Los datos facilitados a El Día por las fuentes municipales precisaron que las lluvias dejaron algo más de 80 litros en el escaso espacio de una hora. La Junta decretó ayer el nivel 2 del plan de emergencia.

Pasaban las 16:00 cuando comenzó empezó a llover con gran fuerza en Cañete de las Torres y en Villa del Río y esta intensidad -llegó a granizar- se mantuvo prácticamente hasta las 17:00. En ambas localidades, sobre todo en las zonas que se encuentran más próximas al río Guadalquivir y los arroyos, notaron pronto las primeras consecuencias. El agua entró pronto en el interior de las viviendas y pilló por sorpresa a los vecinos. Lo hizo sólo unos minutos después de que las calles quedaran convertidas en ríos urbanos con un caudal que llegaba a cubrir hasta más arriba de la cintura. En algunos puntos el agua entró con fuerza, como fue el caso de la calle Doña Guiomar. Allí, según detallaron las fuentes consultadas por este periódico, tuvo lugar el trágico incidente que acabó con la vida de una mujer.

La víctima nada pudo hacer para contrarrestrar la fuerza con la que le golpeó el agua al llegar a la puerta de su casa y fue arrastrada por la corriente. Su marido, por su parte, tuvo algo más de suerte y pudo agarrarse a una cosechadora que había junto a la fachada del inmueble. La mujer estuvo desaparecida durante unas dos horas y en este intervalo de tiempo tanto los efectivos de Bomberos como la Policía Local trataron de encontrar el cuerpo. Al final, la localizaron a unos 200 metros de su casa, pero ya sin vida, un final que causó una gran conmoción a las decenas de vecinos que trataban de colaborar en la labor de búsqueda y a los representantes municipales que se habían desplazo a este punto para interesarse por la situación.

"Cañete de las Torres es hoy un río, esto es un auténtico desastre", manifestó el alcalde de esta localidad, Diego Hita, con la impotencia propia de un regidor que ve cómo su pueblo acumula destrozo tras destrozo sin poder hacer nada al respecto. Otras fuentes del Ayuntamiento de Cañete de las Torres a las que accedió este medio de comunicación aludieron al desalojo de más de una decena de familias y detallaron que, pese a poner el pabellón deportivo a disposición de los afectados, éstos optaron por trasladarse a las casas de familiares y amigos.

En Villa del Río se dispararon también las alarmas pasadas las 16:30 cuando vieron que el agua comenzaba a inundar numerosas calles tanto del casco urbano como del polígono industrial. Desde el Consistorio villarriense se refirieron a las riadas que se produjeron como consecuencia de las lluvias y, aunque no tuvieron que lamentar ninguna pérdida humana como en el municipio vecino, sí destacaron los importantes destrozos que causó la tromba de agua a su paso por esta localidad. Habrá que esperar algunos días, en cualquier caso, para que los ayuntamientos cuantifiquen los daños causados.













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