El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga la muerte de un lince ibérico tras recibir “un disparo a bocajarro”, según ha denunciado el director del programa Life+Iberlince, Miguel Ángel Simón, a través de su cuenta de Twitter. El animal, perteneciente a la población del Guadalmellato, fue encontrado el pasado viernes, 28 de diciembre, gracias al radiocollar que portaba. La necropsia realizada a este ejemplar macho de tres años –llamado Marvel– ha revelado como causa de la muerte la presencia de más de 300 plomos de escopeta.

El cuerpo del animal fue hallado en el paraje de Los Campillos y, según las primeras pesquisas en el lugar del suceso, habría sido arrastrado, han detallado fuentes próximas a la investigación. Marvel fue alcanzado por el lado izquierdo y, cuando fue encontrado, se encontraba en una “posición no natural”, lo que ratifica que habría sido movido del sitio. Pesaba 12,4 kilos y portaba collar de radioseguimiento y microchip. El disparo se habría realizado con una escopeta del calibre diez.

El delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba, Francisco de Paula Algar, ha recordado que el lince ibérico es una especie en peligro de extinción y ha advertido de que el “desaprensivo” que haya cometido este delito será sometido “a todo el peso de la ley”. Algar ha destacado que los agentes siguen haciendo estudios complementarios encaminados a localizar al autor del disparo.

El suceso ha levantado la condena unánime de ecologistas y cazadores. El delegado de la Federación Andaluza de Caza, Francisco Javier Cano, ha avanzado que su organización se presentará como acusación particular en caso de que el autor del disparo sea detenido y ha destacado que su colectivo “es el más dañado por este tipo de sucesos cometidos por gente sin escrúpulos”. “Vamos a ir a por él con todas las consecuencias”, ha insistido.

El portavoz de Ecologistas en Acción en Córdoba, Joaquín Reina, ha recalcado que las circunstancias en que se ha desarrollado la muerte de Marvel apuntan a un “comportamiento absolutamente premeditado”, pues a la escasa distancia a la que se habría apretado el gatillo “no cabe la posibilidad de ninguna confusión”. Reina ha destacado por otra parte el “esfuerzo” de varias décadas del sector cinegético, de los ecologistas y de las administraciones para evitar la extinción del lince en la Península Ibérica, por lo que ha confiado en que este “comportamiento criminal” no quede impune.

Una población de más de 60 ejemplares 

El Guadalmellato es una de las áreas de reintroducción de lince ibérico más pobladas de Andalucía. Según el censo más reciente conocido, correspondiente al año 2017, la población en este área se eleva ya a 63 ejemplares, 13 individuos más que en el censo de 2016. De esta cifra, destaca el número de hembras territoriales, un total de 15. En cuanto al número de cachorros, en 2017 se contabilizaron 25 nuevos ejemplares, frente a los 16 nacidos en el año anterior. En esta última temporada de sueltas, se han liberado tres ejemplares en esta zona de reintroducción. Los últimos fueron un macho y una hembra, Omeya y Oxyura, que regresaron al medio natural en la finca La Ventilla.

Según los datos registrados en el censo de 2017, en la Península Ibérica campean ya 547 ejemplares. De esta cifra, 402 individuos se concentran en los territorios andaluces con presencia de este felino, mientras que los 145 restantes están distribuidos por Castilla-LaMancha, Extremadura y Vale do Guadiana, en Portugal.