Los compañeros de generación de Acisclo Pérez, nacidos, todos ellos, en 1977, han iluminado con velas los balcones de Carcabuey en memoria de un deportista, cofrade y voluntario social que moría, repentinamente el sábado a causa de un infarto con solo 43 años.

Es una iniciativa bautizada como #FrenarlaCurva, y que persigue acompañar en el duelo a la familia del fallecido y alumbrar su recuerdo, salvando las limitaciones impuestas por la crisis sanitaria del coronavirus. Las estampas de las tenues lumbres se propagan de teléfono en teléfono y han superado las lindes de la localidad de la Subbética, como muestra la fotografía que acompaña esta información, tomada en Cabra.

Esta pérdida humana ha provocado en su localidad natal, Carcabuey, un insondable sentimiento de dolor y una conmoción unánime e inmensa. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto oficial -15 y 16 de marzo-, por lo que las banderas ondean a media asta. La declaración institucional expone que el Pleno conocerá esta resolución en la próxima sesión.

Trabajador del Consistorio, como técnico de Deportes, estaba casado y no tenía hijos. Su polifacética implicación, constante y comprometida, en el municipio, la evidencia las responsabilidades que actualmente ejercía como hermano mayor de la Ilustre Hermandad de María Santísima de los Dolores; presidente de la Agrupación de Cofradías, mismo cargo que desempeñaba en la junta local de la Asociación Española contra el Cáncer.

El alcalde, Juan Miguel Sánchez (IU), lo define como “una extraordinaria persona, solidario, con una gran vitalidad, desde siempre colaborando y trabajando por su pueblo, las tradiciones y la Semana Santa".El funeral se celebraba ayer domingo, a las 17:30 horas, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.