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El lobo ibérico ha ido desapareciendo del imaginario colectivo de la población local a medida que también lo hacía progresivamente de sus sierras. Pero la imagen negativa del cánido como depredador ha permanecido, convirtiéndose también en el protagonista involuntario de mitos e ideas preconcebidas, muchas de ellas basadas en experiencias o saberes familiares. Con ayuda del proyecto Life El lobo en Andalucía: Cambiando actitudes, aquí explicamos qué hay o no de cierto.
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Si bien el lobo es un depredador, es más bien un animal tímido (o desconfiado) que huye del contacto con el humano. Atacará al hombre solo muy excepcionalmente en caso de sentirse amenazado. De hecho, no ha habido ningún ataque documentado a personas en España desde hace décadas, aclaran desde el proyecto Life.
Los números hablan por sí solos, insiste el proyecto Life. Las pérdidas causadas por el lobo afectan a menos del 1% del ganado que en España pasta libremente en el campo. "Raramente se producen ataques a los animales que están protegidos, en granjas o con perros guardianes. Solo las enfermedades y la muerte natural del ganado generan pérdidas económicas muchísimo más elevadas", subrayana. Además, se ha evidenciado que muchos daños atribuidos a lobos son en realidad provocados por perros asilvestrados.
Se trata de un tema muy controvertido. Si bien en algunos casos concretos podría parecer la solución el control de ciertos ejemplares, después de comprobar el correcto uso de los métodos de prevención y un apropiado manejo ganadero, lo cierto es que se ha demostrado que al matar lobos las manadas pueden desestructurarse y los jóvenes verse forzados a alimentarse de presas fáciles como el ganado incontrolado. Es decir, que puede tener un efecto contraproducente, argumenta el Life.
No, responden con rotundidad los expertos del Life. Las poblaciones de depredadores no crecen indefinidamente. Su número está determinado por la abundancia de presas y el territorio disponible para cada grupo familiar. Además, la mortalidad provocada entre lobos por riñas territoriales o competencia de recursos es muy alta y supone más del 40% de las causas de muerte. En entornos salvajes, la esperanza de vida de un lobo es de poco más de diez años.
Nadie. Este mito urbano extendido por la geografía española puede explicarse gracias a la gran capacidad de dispersión que tienen los lobos. O, dicho de otra forma, son capaces de moverse por extensas áreas en muy poco tiempo en ausencia de barreras tales como infraestructuras viarias. De ahí que tengan la capacidad de recolonizar territorios en los que la especie había desaparecido, aunque estos procesos suelen ser muy lentos. Es lo que ahora se espera que ocurra en Sierra Morena.
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