Vivienda
  • Las 'mobil home' no necesitan cimentación y, por tanto, pueden instalarse en cualquier tipo de terreno

  • El precio de segunda mano oscila entre los 4.500 y los 25.000 euros, las de mayores dimensiones

La tendencia de las minicasas móviles se extiende por Córdoba

Minicasas móviles en venta en Montemayor. Minicasas móviles en venta en Montemayor.

Minicasas móviles en venta en Montemayor. / Robles

Escrito por

· Ángel Robles

Redactor

Dejar atrás lo superfluo y concentrar lo importante en el menor espacio posible para tenerlo siempre a mano. Es la filosofía que se esconde detrás de las minicasas móviles, una tendencia surgida en Estados Unidos que gana adeptos en todo el planeta, con publicaciones e incluso programas de televisión especializados y que, sí, también se extiende por la provincia de Córdoba. En plena campiña, en la localidad de Montemayor, tiene su sede una empresa puntera en esta tendencia, Módulos Oller, que lleva un tiempo aportando soluciones habitacionales con mobil homes, como técnicamente se conoce a las casas móviles.

"La particularidad que tienen respecto a las casas prefabricadas es que no están cimentadas al suelo, por lo que desde el punto de vista jurídico se pueden instalar en todo tipo de terreno, incluso el suelo rústico", explica el director comercial de la compañía, Sergio Gómez. Eso sí, aclara que, obligatoriamente, hay que pedir permiso al Ayuntamiento en cuyo término municipal se quiera instalar. Ya es habitual verlas en Montemayor, donde tiene su sede la compañía, y también en Fernán Núñez, La Rambla y las localidades de la Campiña. En Córdoba capital, también proliferan en las parcelas del Aeropuerto o en la barriada periférica de Alcolea.

La clave es que a la hora de transportarlas no hay límites: remolcadas en un tráiler especial, se pueden trasladar a cualquier punto de Andalucía y de España. Las que se despachan desde Montemayor, de hecho, llegan desde Francia, de donde es natural el fundador de la compañía, Francois Oller. En el país galo los camping se cuentan por miles e, incluso, hay urbanizaciones completas formadas por minicasas portátiles. Suele cambiarse con regularidad debido a la normativa, pero siguen siendo habitables. De Francia se trasladan a Montemayor, donde se someten a un proceso completo de puesta a punto. Se cambia el mobiliario y se renueva la cocina, se revisan los baños, se pintan. Y vuelven a salir al mercado por precios que arrancan desde los 4.800 euros y que pueden llegar hasta los 25.000, depende de las características y el tamaño.

Transporte de una mobil home en Córdoba. Transporte de una mobil home en Córdoba.

Transporte de una mobil home en Córdoba. / El Día

Las más pequeñas apenas cuentan con 16 metros cuadrados (cuatro por cuatro), mientras que las mayores alcanzan los 48 metros, "más que un apartamento en la playa", compara Sergio Gómez. Las hay hasta de tres dormitorios, con dos estándares de ancho: de tres metros, aconsejadas para los accesos complicados o para parcelas de escasa superficie, y de cuatro metros. "Más es imposible, porque no podrían circular por carretera", dice. La gran diferencia en las de mayor tamaño suele estar en las dimensiones del salón, que puede incorporar un porche para dar mayor amplitud. Eso sí, todas, con independencia del tamaño, incorporan baño y cocina, pues la idea es que la vivienda sea 100% autónoma.

Técnicamente, es un bien mueble

Técnicamente, una casa con ruedas no es un inmueble. De hecho, el Código Civil lo considera "bien mueble", pues así se define "todo lo que se puede transportar de un punto a otro sin menoscabo de la cosa inmueble a que estuviere unido”. De manera más específica, la norma UNE-EN 1647, que regula los vehículos habitables de recreo y las residencias móviles, define estas últimas como “vehículo habitable de recreo transportable, que no cumple los requisitos de construcción y utilización de los vehículos de carretera, que conserva sus medios de movilidad y que está destinado a una ocupación ocasional o de temporada”.

Las mobil homes se encuentran identificados con un número de chasis y un número de placa, y este se refleja normalmente tanto en la documentación que la acompaña como en una placa situada junto a la puerta de entrada. Por tanto, este tipo de vivienda industrializada es autoportante y, como tal, utiliza chasis, eje, neumáticos y lanza de arrastre reversible para su fácil traslado y transporte.

Una 'mobil home' con porche. Una 'mobil home' con porche.

Una 'mobil home' con porche. / Robles

"Si bien se trataba de un producto completamente asentado y conocido en muchos países europeos, las llamadas casas con ruedas eran completamente desconocidas en España. Dada su relación calidad-precio y por supuesto su movilidad, presumimos de cumplir los sueños de muchas familias que por diversos motivos no han podido acceder a una vivienda de obra y están cansados de vivir de alquiler o con sus familiares, donde la intimidad brilla por su ausencia", explica el propio Francois Oller.

¿Por qué vivir en una minicasa móvil?

Si bien el precio ajustado a bolsillos con posibilidades reducidas es uno de los motivos principales para adquirir una minicasa móvil, hay toda una tendencia mundial creciente que apuesta por esta solución habitacional. Se trata del movimiento Tiny House o Pequeñas Casas, surgido a finales de la década de los noventa del siglo XX en Estados Unidos a raíz de la publicación del libro The Not So Big House de la arquitecta Sarah Susanka. Por aquellos años, en Japón también comenzó a surgir la idea de estas viviendas de pequeño tamaño adaptadas al entorno y con precios más económicos, aunque también las hay diseñadas a todo lujo. Se las llamó microcasas.

La tendencia Tiny House se caracteriza por una filosofía de vida basada en la sencillez y en el respeto al medio ambiente, con la finalidad de minimizar los recursos y contaminar lo menos posible, ya que las viviendas están construidas con materiales ecológicos y ocupan muy poco espacio. De igual modo, sus seguidores consideran que simplificar el lugar en el que uno reside agranda y enriquece la vida, ya que se gestiona mejor el espacio, se tiene más libertad, no se acumulan cosas innecesarias y se fomenta un ahorro que posibilita disfrutar de otras experiencias. Aunque en Córdoba, por el momento, prima el bolsillo más que la filosofía.

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