Subbética

Las ordenanzas fiscales de Lucena bonifican la creación de empleo, a los feriantes y las pedanías

  • El equipo de gobierno socialista y Ciudadanos aprueban el primer bloque de los impuestos locales

  • El alcalde cuantifica en unos 200.000 euros el dinero que dejará de percibir el Ayuntamiento

Al fondo, el edificio del ayuntamiento de Lucena.

Al fondo, el edificio del ayuntamiento de Lucena. / Juan Ayala.

El estímulo económico a la generación de empleo, el impulso a las deducciones tributarias en las pedanías y la reducción impositiva al colectivo de feriantes singularizan los impuestos locales que guiarán la recaudación del Ayuntamiento de Lucena en 2021.

El equipo de gobierno socialista y Ciudadanos han unido sus votos al aprobar un primer bloque de las ordenanzas fiscales que rehúsan las rebajas generalizadas y aplican contracciones puntuales.

El Pleno ordinario de octubre únicamente validó cinco tributos. Las tasas -a excepción de una- y los precios públicos se debatirán y votarán en una sesión extraordinaria, a celebrar la próxima semana. El agotamiento del tiempo máximo -cuatro horas, en versión telemática- y la pertinencia de adjuntar unos informes jurídicos imposibilitaron abordar la treintena de puntos del orden del día. Los socialistas y la formación naranja reeditarán su pacto hasta culminar la verificación de este catálogo económico de referencia para los ingresos en las arcas del Consistorio.

La generación de puestos de trabajo y su mantenimiento fundamentan una bonificación de hasta el 60% en el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras. La disminución asciende al 75% en las obras que encarnen circunstancias sociales, culturales, histórico-artísticas y, también, de fomento del empleo.

En una modificación expresamente imputada por la paralización absoluta del colectivo de los feriantes, baja al 1,55% el coeficiente variable del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, en lo concerniente a camiones y remolques.

El IBI diferencia dos nuevos rangos –hasta cinco- en los descuentos a las familias numerosas. Una alteración que implica abonos superiores en las viviendas de valor superior.

La segunda corrección en el impuesto sobre bienes inmuebles incrementa, del 20 al 30 por ciento, las reducciones a los inmuebles de Jauja y Las Navas del Selpillar.  Otro incentivo dirigido directamente a las aldeas lo representa la equiparación, en un 0,8%, del impuesto sobre actividades económicas en el callejero completo de ambos núcleos. En todo caso, el IAE baja al 50%, de forma general, en el primer año del negocio, excepto para los asociados a los juegos de azar, financieros, nocivos o peligrosos.

Por último, el Pleno atenúa, desde los 18 a los 13,50 euros, el precio del metro lineal de la reserva permanente de espacio en la vía pública para los discapacitados.

Votos en contra de IU y PP

Añadiéndose la minoración, a la mitad, de la tasa que grava los veladores, a priori, contemplada en un 30%, y que, en principio, sólo se mantendrá en los primeros meses del 2021, aunque se contempla ampliarla a todo el año, el equipo de gobierno cuantifica en unos 200.000 euros la merma en la recaudación.

El alcalde, Juan Pérez (PSOE), califica de “prudente, con criterio y bien madurada” la tesis global que ha jalonado las distintas propuestas finalmente consumadas. Resalta que atienden, sobre todo, “a los sectores de la sociedad lucentina que, en especial, no pasan por un buen momento”. En síntesis, habla de “contención impositiva, a pesar de la situación en la que nos encontramos” y repara en la relevancia de desafinar “las amenazas de despoblamiento” en las aldeas.

Frente a esta teoría, el Partido Popular, principal formación de la oposición, tacha de “poco valiente” porque “no se asemeja en nada a la realidad que vivimos en nuestra ciudad”. Desde el PP, reclamaban unas rectificaciones de más calado “que las noten los ciudadanos en los bolsillos”. Por ejemplo, pedían suprimir completamente la franja cancelable del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica. En suma, el planteamiento del PP aumentaba hasta los 400.000 euros el montante producido por las deducciones fiscales.

Desde IU, que también votaba en contra, tildaba de “irracional” la determinación de “mermar los ingresos municipales justo en este momento que es para atender a la gente” y Vox, absteniéndose, resaltaba, que “nuestra propuesta de rebajar impuestos como el IBI, de los más altos de la provincia, no se ha visto atendida”.

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