El derrumbamiento de un tramo de diez metros de adosamientos del barrio de la Villa de Cabra ha revelado un paramento identificable como continuación del trazado de la muralla de época medieval.

Durante la tarde del sábado, un desplome parcial, desencadenado por las lluvias de los últimos días, afectaba a una zona previamente apuntalada por la inestabilidad de este sector del municipio.

La incidencia menoscabó el aterrazamiento que soportaba la zona de la calzada que abarca los números 6 y 8 de la calle Ana de la Rosa y las dependencias traseras del inmueble número 23 de la calle Villa.

Dos días después, el Ayuntamiento ha informado de que los técnicos municipales desplazados a este entorno histórico del municipio han comprobado que los elementos propios de la fortaleza de defensa, incluso el migajón interior descostrado, permanecen intactos y sin quebrantos por la caída de las ejecuciones de épocas posteriores.

Antes de ejercitar otras actuaciones, el Consistorio retirará los escombros desprendidos y se examinará con seguridad la totalidad del talud. La Policía Local ha procedido al balizado y los servicios municipales han vallado la franja dañada.

La muralla del barrio de la Villa de Cabra goza de una protección artística máxima, como Bien de Interés Cultural, y toda intervención ha de obtener la autorización de la consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta.

Este martes, responsables de la delegación territorial de Cultura y Patrimonio Histórico realizarán una visita al municipio egabrense e inspeccionarán, sobre el terreno, tanto el derrumbe como los vestigios destapados, junto al perito municipal, Juan José Reyes; el director del Museo Arqueológico, Antonio Moreno; y el encargado del servicio de Obras, Francisco Quero.

Una inversión de tres millones de euros para "un problema histórico"

El alcalde, Fernando Priego (PP), en un primer momento ya indicaba que el derrumbamiento ha sucedido “en una zona sobre la que está previsto actuar, una vez comiencen los trabajos en la calle Ana de la Rosa” y, a su vez, “terminen las obra que actualmente se realizan de estabilización de la ladera”.

El regidor señala que el Consistorio, en los últimos años, a fin de conseguir el afianzamiento de la ladera y muralla medieval, ha invertido casi dos millones de euros y el proyecto global discurre por su segunda fase.

La tercera ejecución comprende la reforma de la calle Ana de la Rosa, si bien, “este imprevisto”, admite, “nos obligará a actuar antes en este lugar”. Priego cifra, globalmente, en tres millones de euros, el dinero que requiere la restauración de la muralla y la contención de los movimientos en la pendiente.

Como “problema histórico” de Cabra define Fernando Priego esta conjunción de complejidades estructurales y confía en “potenciar” las vertientes turística y patrimonial de un Bien de Interés Cultural que “se encontraba en peligro”.