Los 80.000 vecinos de la zona Norte de la provincia de Córdoba siguen viendo cómo de sus grifos el agua cae con menos presión y, además, sin que sea potable. A la espera de que llegue una solución de una vez por todas, los alcaldes de los 24 municipios afectados de las comarcas del Alto Guadiato y Los Pedroches mantuvieron este miércoles un encuentro en la sede de la Mancomunidad pedrocheña, ubicada en Alcaracejos. Hasta allí también acudieron técnicos de la Empresa Provincial de Aguas (Emproacsa), que no su presidente, Esteban Morales, ni su gerente, Francisco de Paula Algar, además de representantes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, incluido su presidente, Samuel Moraleda, además del delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Adolfo Molina, y el futuro presidente de la Diputación, Salvador Fuentes.

El encuentro, según las fuentes consultadas por El Día, sirvió para poner de manifiesto los problemas acuciantes con el suministro de agua que atraviesan 24 pueblos y 14 aldeas de la zona Norte de la provincia y, además, para poner encima de la mesa diferentes propuestas y soluciones al grave problema.

Las citadas fuentes explicaron que el problema en el suministro del agua se debe a que “se han averiado parcialmente uno de los dos generadores eléctricos que se encargan de bombear el agua desde el embalse de La Colada”. Esto ha provocado que el bombeo del agua se ralentice, ya que uno de los esos generadores se para de manera intermitente y hace que el proceso sea aún más lento.

“No nos han podido decir cuándo se puede solucionar, pero esperan que sea en el plazo de dos o tres días”, reconocieron las fuentes a las que tuvo acceso este periódico y que estuvieron presenten en la citada reunión. En esa misma línea, aseguraron que los propios técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana reconocieron que “les resulta extraña esta avería” y que, por ello, “están haciendo una auditoría para ver qué ha fallado”.

Se trata de un argumento que ya ha utilizado la CHG, entidad que ya expuso este martes que “se trata de equipos robustos de máxima fiabilidad, que prestan servicio en todo tipo de instalaciones, como hospitales, sin que se conozcan precedentes de incidencias de estas características”. Por ello, las mismas fuentes indicaron que esta es la solución que puede llegar más a corto plazo y que no es otra que “los generadores vuelvan a funcionar”.

Reunión de los alcaldes afectados en Alcaracejos.

La segunda opción que se expuso, aunque “a más medio plazo, fue la de ampliar una línea eléctrica a la zona del embalse para que el bombeo no tire de los generadores en exclusiva, como ahora. Sin embargo, aseguraron que se trata de una medida que “es muy compleja” de llevar a cabo, ya que en primer lugar habría que comprobar la potencia de esa línea y si tiene capacidad para llevar a cabo este trabajo.

Además de estas propuestas, en la reunión se dio a conocer una tercera. “Se ha planteado que se nos permita verter el agua de los sondeos que tenemos a la red”, detallaron. Se trata de una medida que requeriría actualizar los sondeos que hay y que se ha llevado a cabo en los pueblos del Consorcio del Campo de Calatrava en Ciudad Real.

La cuarta y última opción, que “es la definitiva”, es más a largo plazo, pero es la que vienen reclamando numerosos alcaldes de la provincia desde hace años y que no es otra que desarrollar el trasvase de agua desde Puente Nuevo a Sierra Boyera, en lugar de mantener la obra de emergencia actual.

A pesar de que estas medidas se pusieron encima de la mesa, lo que es bien cierto es que la situación en Los Pedroches y el Alto Guadiato, en plena ola de calor, sigue sin resolverse y acumula ya demasiada demora.

Uno de los alcaldes que acudió a la cita fue el de Espiel, Antonio Bejarano (PP), quien volvió a lamentar la situación en la que se encuentran todos estos vecinos, quienes en su localidad se encuentran “muy cansados y nerviosos porque pagan el agua a precio de oro”. “Mis vecinos no tienen la culpa de la mala gestión de Emproacsa”, subrayó.

Bejarano fue, junto con el alcalde de Villanueva del Rey, uno de los primeros ediles que el pasado lunes impidieron el paso de los técnicos de Emproacsa a los depósitos municipales para cortar el agua por la noche. Otra medida, por cierto, que ha desaparecido, ya que ante la presión generada por los alcaldes y los vecinos, la empresa provincial de aguas decidió paralizarla y, en su lugar, bajar la presión del suministro. Otra medida que el alcalde de Espiel ha impedido en el primer día de su aplicación, que fue el martes, y que evitará día tras día.

Y dentro de esta situación caótica, Emproacsa volvió ayer a rectificar y anunció que vuelve a repartir agua a diario entre los municipios afectados, tras la presión social de los últimos días. Tras reducir el reparto a tres días de la semana, ahora retoma el reparto inicial y las cisternas llegarán a los 24 municipios que siguen sin agua potable de lunes a sábado.

Han pasado ya casi cinco meses desde que se originó esta crisis del agua en la zona Norte y, desde entonces, los pasos que se han dado no han dado como resultados los beneficios esperados. Así las cosas, la conexión provisional entre los embalses de La Colada y Sierra Boyera, que permite garantizar el abastecimiento de agua a 24 pueblos y casi 80.000 habitantes del Norte de la provincia de Córdoba, se puso en funcionamiento el 14 de marzo.

Inicio del trasvase desde La Colada.

Dos meses más tarde y ante la queja de los vecinos afectados por el olor y el color del agua que salía de los grifos de sus casas, la Delegación de Salud de la Junta declaró no apta para el consumo humano ese agua tras hacer los análisis pertinentes, que detectaron valores superiores de carbono orgánico a los límites establecidos. En concreto, el parámetro cuyas mediciones siguen fuera de los límites establecidos es el Carbono Orgánico Total (COT), que está por encima de los siete miligramos por litro. Además, hay que tener en cuenta que esta situación se dio desde que comenzó el bombeo de agua desde La Colada a Sierra Boyera, aunque la decisión de que se dejara de consumir no llegó hasta dos meses después.

El tiempo ha seguido pasando desde entonces y la situación ha empeorado y en apenas 48 horas ha habido localidades en la provincia de Córdoba, como Pozoblanco o Hinojosa del Duque, que se han quedado sin agua porque la que les llega es insuficiente para rellenar los depósitos municipales.

Para abordar la situación, el PP mantuvo este miércoles un encuentro con los alcaldes afectados en Pozoblanco. Allí, volvió a insistir en la conexión de Sierra Boyera con Puente Nuevo como solución. El coordinador de Agricultura, Ganadería y Agua del PP, Francisco Acosta, recordó el compromiso de la Junta de ayudar dentro de sus competencias para dar solución al problema en esta zona de Córdoba. “Desde primera hora el compromiso del gobierno andaluz ha sido realizar la obra definitiva de La Colada, para ello se declaró Obra de Interés de la Comunidad Autónoma en 2020, y se están siguiendo los plazos que marca la ley para poder ejecutar el proyecto”, indicó.

Mientras el alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, incidió en que “la solución definitiva a medio y largo plazo pasa por el trasvase de Puente Nuevo con Sierra Boyera, que daría solución para todo uso del agua”. Además, agradeció la disposición que ha tenido de la Junta en todo momento de apoyar cualquier decisión que se tome para solucionar este problema.

Sin embargo, esta lectura de los hechos contrastó con la aportada desde las filas de Sumar. Por ejemplo, el secretario general del PCE y cabeza de lista de la coalición por Córdoba al Congreso de los Diputados, Enrique Santiago, consideró que el problema “se debe a la falta de trabajo y de responsabilidad, y a la desidia y el abandono” del gobierno andaluz. A su juicio, se trata de “un problema que viene advirtiéndose desde hace un año y que ha llevado a esta situación inaceptable, por responsabilidad del PP”.