Una lección sobre los misterios que oculta el cielo
Lucena La localidad celebra su III Semana Verde Cultural
Unos 80 vecinos asisten a un taller de Astronomía en el Castillo
Unas 80 personas de todas las edades participaron en el taller de Astronomía Aprendamos a mirar las estrellas, enmarcado en la III Semana Verde Cultural que se ha celebrado en Lucena y que, impartido por el profesor de la Universidad de Córdoba Alberto Redondo, ha mostrado a los ciudadanos algunos de los misterios que esconde el cielo. Esta singular iniciativa se llevó a cabo en un sitio de excepción, la torre del homenaje del Castillo del Moral, en pleno centro de la ciudad.
Las nuevas tecnologías tuvieron un papel fundamental en esta sesión ya que, pese a las altas temperaturas que se están padeciendo en las últimas jornadas, el cielo se volvió caprichoso y se nubló, no dejando apenas ver estrellas. Redondo, ayudado de un puntero láser, señaló a los presentes hacia dónde debían dirigir su mirada para ver a la estrella Polar "un punto de referencia, ahora de los amantes del senderismo y los exploradores, antaño de los navegadores", y explicó cómo Cristóbal Colón se guió y navegó mirando al cielo hasta alcanzar América.
Aprovechando el movimiento de las nubes, el profesor mostró a los presentes estrellas tan importantes como Vera o Arturo. Y gracias a Stellarium -un programa gratuito de código abierto que es capaz de mostrar un cielo realista en 3D tal y como se aprecia a simple vista, con binoculares o telescopio-, los asistentes al taller pudieron distinguir la estrella Polar, la Osa Mayor, la Osa Menor y alguna que otra constelación. Además, entre el numeroso público había algunos entendidos que incluso se aventuraron a señalar dónde estaba la ubicación exacta de tal o cual estrella sobre el cielo lucentino.
Este taller de Astronomía dejó buen sabor de boca pese al cielo nublado. Un poco de brisa en una noche de calor, numeroso público -más del esperado por la Delegación de Medio Ambiente- un entorno de película y muchas ganas de repetir, porque si algo se oía entre susurros y oscuridad, eran palabras afligidas "por no poder disfrutar de una noche con cielo despejado" y también esperanza "ojalá repitan esto más a menudo". Sin lugar a dudas una de las iniciativas más acertadas de esta III Semana Verde Cultural.
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