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A prisión por intento de asesinato el individuo que disparó al abogado

  • El acusado dice con frialdad que quiso "hacer Justicia" y que se le "escuchara" J. O. M. tenía permiso de armas pese a estar en vigor una orden de alejamiento por acoso a otros abogados

Disparó para "hacer Justicia" y para que se le "escuchara". Así se expresó ayer ante el juez de Primera Instancia e Instrucción de Montoro J. O. M., de 55 años, el individuo que el martes por la mañana se entregó a la Policía Nacional, en Córdoba capital, tras disparar con una escopeta a Diego Jesús Notario, abogado de 50 años, que resultó herido de gravedad. El juez le imputa inicialmente un asesinato en grado de tentativa y un delito contra la Administración de Justicia, tal y como solicitaron la Fiscalía Provincial de Córdoba y el Colegio de Abogados, que actuará en el caso como acusación particular.

Fuentes judiciales describieron que el individuo, que pasó la noche en el calabozo de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, se mostró durante la declaración "muy frío", sin expresar "ningún sentimiento de culpabilidad". Reconoció, con tranquilidad, que llevaba "dándole vueltas" desde el mes de diciembre a la posibilidad de acabar con la vida del letrado tras un pleito en los juzgados de Posadas en el que la víctima lo representó sin lograr sus aspiraciones. J. O. M., al parecer, había denunciado a un vecino por plantar unos árboles en la linde de una parcela en el término municipal de Almodóvar del Río. La resolución del procedimiento no colmó sus aspiraciones y decidió pasar a la acción.

El martes por la mañana acudió al bufete de Diego Jesús Notario, en la calle Blas Infante, en el barrio del Francés en Montoro. Llevaba una escopeta con la que lo sorprendió en la calle, a unos pasos de la puerta del bloque, y le disparó en el costado. Quería "hacer Justicia" y que se le "escuchara", reconoció con frialdad ante el magistrado. Mientras una compañera del despacho lo auxiliaba y los vecinos avisaban al 112, el imputado cogió su coche y condujo rumbo a Córdoba capital, donde se entregó en la Comisaría de la Policía Nacional de Campo Madre de Dios.

No es la primera vez que el individuo había tenido problemas con un abogado. Antes de acudir a Diego Jesús Notario, de hecho, J. O. M. ya había contratado los servicios de otro letrado con despacho en la misma urbanización para defender el mismo litigio. El profesional relató el martes, con mezcla de consternación y preocupación, que la relación laboral terminó "de forma abrupta". "Esta persona fue expulsada de mi despacho después de una acalorada discusión", dijo el letrado. "Podía haberme tocado a mí", declaró.

J. O. M. era conocido en el Colegio de Abogados por su elevada conflictividad. Fuentes próximas al caso concretaron que sobre el presunto agresor constaba una orden de alejamiento respecto a otro colegiado y que en el Juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba se tramita un procedimiento por acoso a dos abogados, unos hechos por los que el Ministerio Público solicita dos años de prisión. Pese a estos precedentes, el individuo tenía licencia de armas y la escopeta de caza que disparó el martes no le había sido retirada.

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