Los industriales de la aceituna de mesa de la provincia de Córdoba han respondido al balance sobre el robo de fruto durante la campaña que ayer hizo pública la Subdelegación del Gobierno con un llamamiento en el que denuncian inseguridad y robos en sus fábricas. Así, la asamblea general de la Asociación de Empresarios, Autónomos y Profesionales de la Aceituna de Mesa de la provincia de Córdoba (Acedam) se reunió ayer en la sede de CECO e hizo público que varios de sus industriales "han denunciado ante la asociación los robos que se vienen produciendo en sus instalaciones". Los empresarios confirman así la denuncia realizada por Asaja Córdoba en la que se pone de manifiesto "la inseguridad en la que se encuentran, además de los agricultores y ganaderos, los propios industriales de la aceituna ante el incremento de las acciones delictivas en el ámbito del sector agroalimentario cordobés". En este sentido, corroboran "la escasa efectividad de las denuncias interpuestas con anterioridad ante la Administración competente, lo que hace que en muchos casos los asociados tomen la decisión de no proceder a denunciar de nuevo y se limiten a informar de lo ocurrido a la asociación sectorial".

Por ello, Acedam solicita a la Subdelegación del Gobierno en Córdoba "que tome medidas que garanticen la seguridad en las instalaciones y los productos que generan las industrias cordobesas y que considere en su dimensión el grave perjuicio que suponen estos hechos delictivos en el presente y el futuro de las empresas".

Asaja señaló el martes que la "estadísticas no reflejan la realidad" y que los ladrones actúan "con impunidad" en el medio rural y "continúan produciéndose robos en el campo de manera alarmante". Asaja indicó asimismo que el informe de la Subdelegación sobre los robos de aceituna no refleja que "la inseguridad es cada vez mayor en el campo" y que la "falta de resultados" ante las denuncias hace que los afectados desistan de hacerlas. La patronal pidió al subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, que "garantice" la seguridad en el campo en vez de "desviar la atención con estadísticas que hasta la propia CEP (Confederación Española de Policía) niega".