Medioambiente

Todos los humedales de Córdoba soportan amenazas con una presión "alta" o "muy alta"

Panorámica de la laguna del Salobral, en Luque.

Panorámica de la laguna del Salobral, en Luque. / El Día

La gestión del agua, la climatología, la agricultura o las molestias son factores que amenazan de manera real a los humedales de toda España. Y, en el caso de Córdoba, estas presiones son "altas" o "muy altas", de acuerdo al informe publicado este miércoles por SEO/BirdLife con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales este jueves, 2 de febrero. El estudio se centra en las lagunas de relevancia internacional, las denominadas Ramsar, y que en Córdoba son cuatro grupos: las del Sur (Zóñar, Rincón y Amarga), los embalses de Cordobilla y Malpasillo, Tíscar y, por último, del Conde o Salobral.

Esta última, ubicada en el término municipal de Luque, es la que soporta mayores amenazas, con una presión "muy alta", mientras que en las restantes es "alta". El Salobral tiene una cubeta de 46 hectáreas y 70 de zona de máxima inundación, y es la de mayor superficie de la provincia. Es de agua muy salobre y poca profundidad, en torno a 1,20 metros de media; se encuentra protegida desde el año 1984, cuando se declararon las Zonas Húmedas del Sur de Córdoba como Reservas Integrales.

Para evaluar la situación de cada humedal, tiene en cuenta tres variables: el momento en el que actúa la amenaza (si fue en el pasado, si está actuando en la actualidad o si se espera que lo haga en el futuro); su alcance (porcentaje afectado), y su severidad (rapidez del deterioro producido). El resultado de este diagnóstico concluye que, en la actualidad, todo los humedales Ramsar sufren una presión global que afecta a la extensión y calidad del hábitat requerido por las poblaciones de aves acuáticas, ya sea "alta" o "muy alta".

Analizando estas amenazas por categorías, las principales y más recurrentes son las relacionadas con la gestión del agua. Le sigue la agricultura, pues a grandes rasgos supone la pérdida de mosaicos de vegetación, desaparición de prácticas tradicionales y un aumento del regadío. Las amenazas relacionadas con factores climáticos también son importantes, ya sea como sequías e inundaciones. Por último, influyen la contaminación y las molestias humanas. 

En el caso de Córdoba, todos estos humedales Ramsar son además Áreas Importantes para la conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) por la presencia de especies relevantes. De nuevo, la que se encuentra en pero situación es la laguna del Conde, con una situación "pobre", mientras que las lagunas del Sur, Tíscar y los embalses de Cordobilla y Malpasillo presentan un estado de salud "moderado".

Seo Birdlife ha advertido de que "los humedales constituyen los ecosistemas que mayor regresión ha experimentado desde el siglo pasado". Y es que a pesar de su patrimonio de relevancia internacional y de la constatación de su degradación, las administraciones públicas, en las últimas legislaturas, "no han otorgado a las zonas húmedas el carácter prioritario que deben tener".

Precisamente, esta situación pretende revertirse con el recientemente aprobado Plan Estratégico de Humedales a 2030, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), más de 20 años después de que se aprobara su plan antecesor, y en un momento en el que algunas de las joyas de la biodiversidad del país, como es el caso de la propia Doñana o las Tablas de Daimiel, se hallan en una situación crítica.

La responsable de programas de Conservación de SEO/BirdLife, Ana Carricondo, ha subrayado la importancia de este documento, pero incide en la "urgente necesidad" de actualizar el inventario nacional de humedales para poder actuar sobre ellos: "A pesar de la importancia de disponer de una información completa y detallada de zonas húmedas, España no cuenta aún con un inventario nacional completo. Solo hay ocho comunidades autónomas que han aportado sus datos. Este catálogo se creó en 2007 y sigue sin ser definitivo porque las autonomías no han cumplido su compromiso". 

¿Por qué hay que darlo todo por los humedales en 2023?

“Ya no hay tiempo y hay que ponerse manos a la obra para salvar los humedales”, sostiene la directora ejecutiva de SEO/Birdlife, Asunción Ruiz, “porque tenemos todas las evidencias científicas sobre la necesidad de actuar. Porque, por fin, el Gobierno ha hecho un plan estratégico de humedales que, aunque podría ser más ambicioso, deja clara la hoja de ruta. Y porque hay retrasos intolerables: desde 2007. Por eso, hay que completar el inventario ya, hay que declarar ya las lagunas costeras como Primer Hábitat en Peligro de Desaparición en España en 2023, y hay que actuar sobre las joyas en peligro como Las Tablas de Daimiel, el Mar Menor, Doñana, el delta del Ebro o la albufera de Valencia”.

“Hay una razón más: contamos con financiación. El Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) cuenta con un componente dedicado a la restauración y conservación de la biodiversidad, dotado con 1.642 millones de euros que hay que emplear rápida y adecuadamente. Los humedales, y muy especialmente las lagunas costeras, tienen que tener un lugar preferente en este programa de inversión”, añade la directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

La agenda para los humedales a 2030 "debe activarse ya". "Solo quedan siete años. Si, como señala el plan estratégico impulsado por el Gobierno, se quiere conseguir que en 2030 ningún humedal protegido (de la Red Natura 2000, Ramsar o Espacio Natural Protegido) haya empeorado su estado de conservación, y que al menos el 50% lo haya mejorado o, al menos, muestre una decidida tendencia positiva, todas las Administraciones públicas -Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos- deben ponerse ya manos a la obra", apremia.

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