La aldea de El Hoyo, de 150 vecinos censados y perteneciente a Belmez, ha registrado un foco de covid-19 que afecta ya a 16 personas y cuyo origen no se ha podido determinar. El alcalde belmezano, el socialista José Porras, ha insistido a través de un comunicado en el perfil oficial de Facebook del Ayuntamiento en que, conforme a las directrices marcadas por las autoridades sanitarias, las personas que hayan estado en contacto con los pacientes "deben aislarse en su domicilio y ser controladas por los servicios sanitarios".

Desde el Consistorio, además, se ha insistido en la importancia de extremar las medidas de prevención, como el lavado frecuente de manos y jabón o solución de gel hidroalcohólico, el uso de la mascarilla y el distanciamiento de al menos 1,5 metros. En el comunicado, Porras recuerda que está prohibido el consumo de bebidas en la calle o en espacios públicos ajenos a los establecimientos de hostelería, incluidos los botellones, al estar considerados "situaciones de insalubridad".

"Evitar nuevos contagios y la propagación de este virus solo está en nuestras manos si cumplimos correctamente las normas establecidas por el Gobierno de España y las autoridades sanitarias", ha insistido el primer edil.

Según las fuentes consultadas, solo una paciente con patologías previas ha requerido de asistencia hospitalaria, primero en Peñarroya-Pueblonuevo y luego en Pozoblanco. Mientras, los demás permanecen asintomáticos o con síntomas leves.

Según los datos oficiales de la Consejería de Salud y Familias, en el municipio del Alto Guadiato, de 2.923 habitantes, hay a 7 de octubre nueve positivos y una tasa de contagio de 307,9 casos por 100.000 habitantes. Estos datos, no obstante, aún no recogen la totalidad de las infecciones localizadas en El Hoyo debido a la demora de Salud en la notificación de los casos.

A principios de septiembre, la localidad optó por un confinamiento voluntario para cortar otra cadena de contagios de SARS-CoV-2. El municipio del Alto Guadiato, escenario de la primera muerte causada por la pandemia en Córdoba, seguía así el camino emprendido a principios de agosto por Montalbán y posteriormente por Belalcázar, cuyos vecinos cerraron bares y comercios y se recluyeron en sus viviendas. La sombra de esta situación, un mes después, vuelve a sobrevolar Belmez.