Un hombre de unos 60 años fallece en plena calle tras una riña entre vecinos

Trágico suceso en Moriles. Un hombre de unos 60 años y cuya identidad no ha trascendido falleció ayer en una riña entre vecinos en la calle Juan Carlos I de la localidad de la Campiña Sur. Según la versión ofrecida por testigos del suceso, todo ocurrió sobre las 20:30 cuando el fallecido comenzó a increpar a su presunto agresor y a insultarle en plena calle por motivos que se desconocen, aunque las fuentes consultadas por este diario apuntaron que la mala relación entre ambos venía de tiempo atrás.

El agresor, un hombre de unos 40 años y empresario de construcción que está vinculado a Moriles por haber contraído matrimonio con una vecina de esta localidad, se dirigió a la víctima y le propinó un empujón, con tan mala suerte que el fallecido cayó al suelo y se dio un fuerte golpe en la cabeza.

Pero no murió en el acto. Las fuentes consultadas por este periódico indican que este hombre, que tampoco es natural de Moriles aunque llevaba tiempo residiendo allí, llegó incluso a hablar con la Policía Local del municipio. Sin embargo, minutos después comenzó a sufrir mareos y convulsiones y pese a que se le intentó reanimar y hacer lo posible por salvar su vida, fue totalmente imposible. Otras fuentes apuntan a que la víctima falleció de un paro cardiaco a consecuencia de la riña entre vecinos.

Los momentos que siguieron a lo ocurrido fueron dramáticos, especialmente para el agresor, que se dio cuenta de las consecuencias de su acción. Según indicaron algunos vecinos de Moriles consultados, "este muchacho -por el presunto agresor- no se mete con nadie lo que pasa es que este hombre llevaba mucho tiempo metiéndose con él y era una persona muy conflictiva".

El suceso ha causado una gran conmoción en este municipio de la Campiña Sur, sobre todo porque el autor del empujón a la víctima es una persona muy bien considerada entre sus vecinos. Además, el cadáver de la víctima permaneció por espacio de más de tres horas en la vía, hasta que la jueza de Aguilar de la Frontera decretó el levantamiento del cadáver, cosa que ocurrió sobre la medianoche.