La Subdelegación del Gobierno descarta causas excepcionales y niega incidencias alarmantes en las sucesivas y violentas peleas, tanganas y reyertas acaecidas en Lucena, con intensa y constante reproducción dentro del casco histórico, cerca de bares de copas en los últimos fines de semana.

Al término de una junta local de seguridad celebrada en el Ayuntamiento, y a la que han asistido miembros de la Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, Rafaela Valenzuela (PSOE), representante del Gobierno central en la provincia, ha manifestado que los condicionantes y orígenes de estos altercados se encuentran “muy medidos” por las fuerzas policiales y ha mostrado optimismo para que “en las próximas se vaya notando”. La subdelegada del Ejecutivo nacional ha subrayado que estos problemas de orden público “se ciñen” en la localidad al “ocio nocturno” y obedecen, insistía Valenzuela, a “una problemática puntual” con vínculos enlazados “al tráfico de drogas y series derivadas”

Sin especificar de manera expresa las potenciales medidas a adoptar en la voluntad de evitar y contener estas riñas y enfrentamientos tumultuosos que han provocado heridos y detenidos, después de un “análisis exhaustivo”, sí se contempla la colaboración de la Guardia Civil, “aunque sea un problema del interior de Lucena” e, implícitamente, las decisiones apuntan a un refuerzo de los efectivos. Valenzuela, escoltada por el alcalde de Lucena, Juan Pérez (PSOE), y el concejal de Seguridad Ciudadana, José Pedro Moreno (PSOE), ha ensalzado la “colaboración inmejorable”, tanto institucional como policial, y, asimismo, ha saludado “la solidez” de la Policía Local y de la Policía Nacional.

Entre consideraciones más generales, Rafaela Valenzuela, pese a unos datos que constatan un incremento exponencial de los delitos en Lucena, en comparación con los períodos anteriores a la pandemia, ha hablado de “índices de delincuencia bajísimos”, matizando que ilícitos intensificados, como las estafas por Internet, no repercuten en una sensación general y pública de “inseguridad”.

En esta línea, Valenzuela remarca que “aumenta el crecimiento de delitos” al tiempo que sube “el esclarecimiento” de los mismos”. Por ejemplo, a los robos del campo les sigue la recuperación “de mucho material” y “la identificación de los responsables”.

Sin previsión de aumentar los efectivos policiales

Por el momento, más allá del “reforzamiento de la colaboración” entre los cuerpos policiales, Subdelegación y Ayuntamiento de Lucena no han ideado para Semana Santa, cuando crece la afluencia a los establecimientos nocturnos, un dispositivo diferente al de otros años. Tampoco hay previsión de una extensión inmediata con nuevos efectivos de la Comisaría Lucena-Cabra.

En estos días, según ha confirmado el propio alcalde, la Policía Autonómica ha incoado diligencias, por diversos incumplimientos de diversas normativas en algunos locales de copas del centro de Lucena. El Consistorio impulsará los expedientes “con la diligencia debida” al objeto de que “se pueda solventar”. Horas antes de esta junta local de seguridad, componentes del equipo de gobierno compartieron una reunión con la asociación Convivencia Digna Lucena, impulsada por vecinos afectados a raíz de las molestias ocasionadas por las tanganas e incidentes en la zona centro.

Acerca de la oleada de robos perpetrados en los diseminados de Las Erillas y Tajea, ubicados entre los términos municipales de Rute y Lucena, y pertenecientes al municipio lucentino, el concejal de Seguridad Ciudadana, José Pedro Moreno (PSOE), ha informado de que, actualmente, a petición de los habitantes en estos núcleos rurales, se estudia la instalación de cámaras de seguridad como fórmula para disuadir los asaltos.

La mayoría de estos robos se han consumado entre las 23:30 y las 04:30. En consecuencia, el Ayuntamiento ha expresado su compromiso de incrementar las rondas de las patrulla en estos tramos horarios. En tercer lugar, estos ciudadanos “han pedido que, personalmente, les facilitara el número de la Policía Local”, ha indicado José Pedro Moreno, puesto que “se sentían así más seguro”, aunque “llamaban al 112 y los agentes aparecían siempre”. Una vez el inspector-jefe de la Policía Local coteje con las ordenanzas la posibilidad de implementar la videovigilancia, Ayuntamientos y vecinos mantendrán una nueva reunión en unos diez días.