pozoblanco

El fiscal ve "complicado" acreditar el uso de burundanga por 'la manada'

  • Calvo-Rubio indica que los encausados podrían enfrentarse a una pena de hasta cinco años de prisión

Exterior de los juzgados pozoalbenses, donde se instruye la causa.

Exterior de los juzgados pozoalbenses, donde se instruye la causa. / sánchez ruiz

La investigación abierta contra los cuatro integrantes de la manada por unos presuntos abusos sexuales a una joven de Pozoblanco no ha logrado acreditar que los procesados, que se encuentran a la espera de la sentencia por la violación grupal de los Sanfermines, utilizaran burundanga. Así lo determinó ayer el fiscal jefe de Córdoba, Juan Carlos Calvo-Rubio, en unas declaraciones a Televisión Española. "Es complicado que se pueda comprobar la utilización de la sustancia", que anula las capacidades volitivas de las víctimas, pues "el problema es que los efectos desaparecen pronto", dijo el máximo responsable del Ministerio Público en la provincia.

Los hechos se remontan a mayo de 2016, varios meses antes del suceso de Pamplona. En los vídeos que grabaron los encausados, y sobre los que hace dos semanas se interrogó a dos amigos que los habrían visualizado, sí "se hace referencia" a esta droga, dijo Calvo-Rubio, quien afirmó además que "no se ha acreditado la violencia" en este caso. Por tanto, los hecho serán previsiblemente calificados como un delito de abusos sexuales, por el que el Ministerio Público podría pedir entre dos y cinco años de cárcel, "dependiendo de los agravantes" contempladas", dijo el fiscal.

La instrucción descarta hasta el momento el empleo de violencia por los procesados

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, que investigó la supuesta violación grupal vio indicios de que los mismos supuestamente habrían abusaron sexualmente en mayo de la joven cordobesa, tras conocerla en la feria de Torrecampo y desplazarse a Pozoblanco. Los investigados grabaron los supuestos abusos con un móvil y compartieron uno de los dos vídeos en un chat. El juez sostuvo que existían "serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima".

Como trascendió en su momento, el vídeo se grabó desde el interior de un vehículo Volkswagen Golf, cuando el grupo de amigos sevillanos se dirigía a Pozoblanco a primera hora de la mañana desde la feria de Torrecampo. Al volante se encontraría el guardia civil de la pandilla, destinado entonces en la localidad pozoboalbense, con cuyo móvil el copiloto habría realizado la grabación.

Sobre el hecho de que la joven, que ahora cuenta 21 años no denunciada en el momento, el fiscal jefe defendió ayer que ésta es una característica de este tipo de delitos, aunque ello no significa que le quite credibilidad, dijo. Los investigados en esta causa ya han declarado ante la juez de Pozoblanco, aunque se acogieron a su derecho a no hablar sobre lo ocurrido. Las defensas ya advirtieron de que "el vídeo se ha incorporado al procedimiento procedente de otra investigación sin autorización", por lo que entienden que "se ha vulnerado un derecho fundamental", aunque la instructora admitió la prueba.

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